Por razones que no vienen al caso he tenido que dedicarme a la búsqueda activa de vivienda en alquiler, las dificultades que me he encontrado no deben de ser pasadas por alto ya que denotan un problema de primer nivel y me he visto identificado con todas aquellas personas que se ven abocados a vivir en régimen de alquiler, bien por obligación bien por elección.
El principal problema que encuentran todas aquellas personas que buscan vivienda de alquiler no es el precio de la mensualidad (que puede ser un problema importante) sino la disponibilidad de viviendas para un periodo anual, la mayoría de los anuncios que se pueden encontrar en las páginas especializadas son con una temporalidad de septiembre a junio, lo que dificulta el acceso a una vivienda de carácter habitual.
Que los meses en los que puedes encontrar una vivienda sean los correspondientes al curso escolar es debido a dos motivos: en primer lugar porque así la temporada de verano se encuentra libre para poder, o bien ser disfrutado por los propietarios o bien puesto en alquiler para esos meses donde los alquileres son significativamente más altos, pudiendo obtener cuantiosos beneficios en sólo dos meses, en segundo lugar durante el curso escolar es una opción donde el inquilino puede ser un maestro o profesor que sólo se encuentre en la localidad durante este periodo, asegurando el arrendador que su arrendatario cuenta con ingresos suficientes para pagar la mensualidad y del mismo modo tener los meses de verano disponibles para el alquiler por los motivos anteriormente mencionados.
Es lícito que cada propietario intente sacar el máximo beneficio económico a la inversión que en su día hizo al comprar la vivienda. Mientras haya un mercado dispuesto a pagar dichos precios, sacar el máximo beneficio es el procedimiento que atiende a la lógica del mercado del alquiler.
Esta lógica establece una dialéctica de ganadores y perdedores, donde las personas que pretenden establecer su domicilio habitual en una vivienda de alquiler se encuentran con el problema de no poder acceder al mercado, no por falta de ingresos sino por falta de viviendas en el parque inmobiliario que cubra sus necesidades.
La Constitución española de 1978 garantiza el acceso a una vivienda digna en su artículo 47, pero también garantiza el derecho a la propiedad privada, y los propietarios de estas viviendas son libres de ponerlas en el mercado o no y al precio que consideren oportuno.
Entre ambos derechos existe una contradicción que impide a una parte de la población acceder a uno de los derechos constitucionales.
Entre las posibles soluciones que se pueden plantear, quizás la más efectiva y también la más costosa sería la de crear un parque público de viviendas en alquiler, gestionado por los propios ayuntamientos, un parque público de viviendas, lo suficientemente amplio como para poder dar solución a la mayoría de la población demandante de este tipo de viviendas, con unos precios ajustados a las necesidades de los arrendatarios.
Otra posible solución sería limitar los precios del alquiler u obligar a los bancos a sacar en régimen de alquiler el parque de viviendas que obtuvieron mediante expropiación tras la crisis del 2007.
Estas soluciones implicarían la intervención del Estado en el mercado, y encontraría la resistencia de los poderes económicos que intentarían defender sus intereses económicos por encima del bien común.
Pero esta problemática no es nueva, ya entre los años 1869 y 1876 vio la luz la obra de F. Engels “Contribución al problema de la vivienda” llegando a conclusiones que pueden ser perfectamente válidas en la actualidad.
Los problemas que describe Engels sobre el acceso a la vivienda de la clase trabajadora en Alemania a finales del siglo XIX nos pueden parecer muy familiares, llegando a la conclusión que es el Estado quién debe construir una bolsa de vivienda pública en régimen de alquiler con el objetivo de que los trabajadores puedan tener acceso a una vivienda digna, evitando la especulación, propia del sistema capitalista, de un bien de primera necesidad.
El aumento de una oferta suficiente para cubrir las necesidades del mercado a un precio asequible, utilizando la lógica capitalista, abarataría los precios de las viviendas haciéndolos accesibles a la mayoría de la población y eliminando la vivienda como una inversión atractiva a la especulación.
En los días que escribo este artículo el portal inmobiliario Fotocasa, ha publicado un estudio sobre el acceso a la vivienda de los jóvenes en España[1], demostrando como los menores de 35 años tienen un serio problema a la hora de acceder a la vivienda.
Los datos que he manejado y que me han llevado a escribir este artículo se fundamentan en viviendas de alquiler en una población costera de menos de 30.000 habitantes, donde la mayoría de las viviendas que engloban el mercado del alquiler se fundamentan en dos características, que anteriormente he citado: periodos de alquiler de septiembre a junio, y meses de julio y agosto orientados al turistas en verano. Por supuesto, estas viviendas no engloban el registro de “viviendas turísticas”. Estas condiciones ya no limitan a los ingresos del aspirante a arrendatario a acceder a la vivienda, sino que simplemente lo expulsa del mercado del alquiler.
Buscar una solución a este problema es urgente y debería ser prioritario para cualquier gobierno, también implicaría poner en cuestión los pilares del sistema neoliberal, y hacer del Estado la principal competencia a especuladores inmobiliarios que marcan el ritmo del mercado expulsando a aquellos que no pueden acceder a sus leoninas condiciones. Pero como ya anunciaba Engels en la obra citada anteriormente “Es claro como la luz del día que el Estado actual no puede ni quiere remediar la plaga de la vivienda”. Es solo a través de la movilización y la organización de los afectados como se puede llegar a influir en la toma de decisiones de los gobiernos.
“La clase trabajadora se ha organizado en el pasado para defender sus intereses, ha exigido que se le escuche y arrancado concesiones de manos de los ricos y poderosos. Por mucho que se le ridiculice o ignore, volverá a hacerlo”
Owen Jones
Referencias
[1] https://prensa.fotocasa.es/informe-los-jovenes-y-el-mercado-de-la-vivienda-en-2022/
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