Anthropologies → La historia de Perú en las épocas de Sendero Luminoso y el terrorismo de Estado es una historia poco conocida que debe saberse en todos los lugares de la tierra para que se sepa el sufrimiento del pueblo tanto por el grupo senderista como por el gobierno y la fuerza y presión ejercida por parte

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La historia de Perú en las épocas de Sendero Luminoso y el terrorismo de Estado es una historia poco conocida que debe saberse en todos los lugares de la tierra para que se sepa el sufrimiento del pueblo tanto por el grupo senderista como por el gobierno y la fuerza y presión ejercida por parte del presidente Fujimori y su mano derecha Vladimiro Montesinos. Época llena de dolor, manchada por la sangre y dividida. Llena de violencia, secuestros y desapariciones que aún a día de hoy no se han podido resolver, encontrar a tantas personas desaparecidas o saber si siguen vivos o muertos. Pueblos destrozados y atentados cada día. La historia debe saberse para que no se repita.

Los orígenes de Sendero Luminoso comienzan a principios de los años 70. La historia de Perú de esos años en adelante, ha sido una historia marcada por el odio, el rencor y la sangre, que, aún a día de hoy, se ve reflejada en los ojos de los campesinos y de las gentes del país.

Esta época del terrorismo en Perú no sólo estuvo marcada por el grupo Sendero Luminoso, también por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y por el terrorismo de Estado, a cuyo través, el gobierno, ejerció una autoridad absoluta que produjo el 40% de las víctimas de esa guerra interna.

Todo comienza a principios de los años 60, en 1962, cuando Abimael Guzmán, arequipeño de nacimiento, es nombrado profesor de filosofía en la Universidad de San Cristóbal de Huamanga, en el departamento de Ayacucho.

Ayacucho es la tercera ciudad más pobre del Perú. Debido a la miseria de la ciudad se ha convertido a lo largo de la historia en una zona de grandes conflictos.

La universidad de Ayacucho seguía los principios del fundador de partido comunista de Perú, José Carlos Mariátegui. Según él, la revolución de Perú no debía ser obrera, sino campesina, puesto que los más oprimidos están en el campo. Además de ser una zona escasa de industrias y con un alto nivel de trabajo agrícola.

Mariátegui quería transformar la universidad en una herramienta para la lucha de clases.

En su época de profesor, Abimael, también educaba a sus alumnos para la lucha, sacando gran provecho de su situación, textual:

“El movimiento estudiantil se fue propagando a las provincias ayacuchanas. ¿Por qué? Algunos compañeros de educación enseñaban en esos colegios, generaron una fuerte lucha, se expandió…..se enviaron personas a Huancayo, Ayacucho y Apúrimac y también hacia Cuzco, para vincularse con otros colegios, el plan era mover toda la región sur”.

A partir de los años 60 y hasta mediados de los 70 ése sería el trabajo político de Abimael y sus compañeros. Es decir, en los comienzos del senderismo, el trabajo consistía en “adueñarse” de las cabezas de los estudiantes.

Sendero Luminoso, liderado por Abimael Guzmán, conocido como Presidente Gonzalo, apareció como una organización separada del Partido Comunista del Perú.

Para el presidente Gonzalo el partido comunista no era suficiente; definió la Cuba de Castro como “un estado burgués avanzado” y no un verdadero ejemplo de política popular.

La facción en la que militaba Abimael Guzmán se escindió del partido comunista sobre 1970 para crear Sendero Luminoso. Con una ideología marxista, leninista, maoísta impuso “la dictadura del proletariado (campesinado)”, “la guerra popular prolongada del campo a la ciudad” y la idea del “materialismo dialéctico”.

Este grupo liderado por el presidente Gonzalo, inicia su “guerra popular” contra el Estado Peruano en 1980, hasta la captura de Abimael en 1992. Después de su captura la lucha continuó pero en mucha menor medida.

Para los senderistas era inevitable recurrir a la violencia para alcanzar el socialismo, eran necesarias las “revoluciones culturales” después del triunfo de la revolución, recogido del pensamiento de Mao.

Abimael configuró su proyecto a través del culto a la personalidad, la posibilidad de pasar por encima de las estructuras partidarias y entregar todo el poder a la “jefatura”. Tenían el objetivo de lograr poder “cambiar las almas” para la consolidación del partido y del socialismo, “dictadura sobre la burguesía”.

La línea y estrategia del PCP-SL (Partido Comunista del Perú- Sendero Luminoso) se conocía como “pensamiento Gonzalo”, el cual simplifica y/o hace más violento el pensamiento maoísta mediante: la unificación de las leyes de la dialéctica en una sola: la ley de la contradicción; la universalidad de la guerra popular; la necesidad de que la guerra desde un principio se despliegue desde el campo a la ciudad; la militarización del partido comunista y de la sociedad resultante después del triunfo de su revolución y la necesidad de las revoluciones culturales permanentes después del triunfo.

Abimael Guzmán se consideraba a sí mismo “la cuarta espada del marxismo”. El PCP-SL expresaría su desprecio hacia aquellos que construían partidos para los gremios y no para la guerra popular y consideraba al resto de los partidos de izquierda una traba para el desarrollo de la revolución.

Entre 1977 y 1979 es cuando Sendero Luminoso lleva a cabo una ruptura radical con la dinámica social y política predominante del Perú, así se transforma en una organización terrorista, tomándose la decisión de comenzar la lucha armada, llegando a: convertir la ideología en religión, utilizando discursos religiosos, concebir la militancia como purificación y renacimiento, y confundir la acción revolucionaria con la violencia terrorista.

Estos actos fueron realmente peligrosos para la sociedad peruana, sobre todo para la sociedad campesina que estuvo a favor de esta revolución sin comprender hasta el final las consecuencias de ella.

El presidente Gonzalo y sus compañeros comenzaron con los alumnos de las universidades y después llegaron a las zonas campesinas, estando a favor de la lucha campesina y convenciendo a los mismos para que lucharan por sus derechos mediante un conflicto armado. Otorgándoles protección y armamento. Si esta protección hubiera sido real habría sido más que defendible. El gran problema y error de estos actos fue cuando la corrupción y el abuso de poder alcanzó su punto máximo.

Muchos campesinos no estaban a favor del sistema de los senderistas, según ellos debido a la falta de respeto hacia la cultura indígena y sus instituciones y el olvido de las costumbres ancestrales andinas. Además crearon los juicios populares, los cuales causaron un mayor desprecio; Sendero Luminoso los llevaba a cabo en los pueblos y finalizaban en asesinatos y actos de violencia hacia los “enemigos de la revolución”.

Por otro lado, se formaron las rondas campesinas en 1983, llevadas a cabo por el gobierno, armando a los campesinos que se formaron en grupos para hacer frente a Sendero Luminoso. Recibieron apoyo de las fuerzas armadas y del presidente en ese momento, Fernando Balaúnde Terry.

Para los años 90 es elegido como presidente del gobierno Alberto Fujimori, en un momento en el que el país está pasando por una situación de desintegración política, económica y social. Su principal prioridad es acabar con el terrorismo, inserto en la sociedad de una manera inconcebible. El Estado concedió a las rondas campesinas un estatus legal, al que llamaron Comités de autodefensa, entregándoles armas y entrenamiento militar por parte del ejército.

También se creó el Grupo Colina, el cual fue totalmente negado por el gobierno; este grupo se formó junto con miembros del Servicio de Inteligencia Nacional, los cuales cometieron grandes excesos y actos de violencia en su lucha contrasubversiva que afectaron no solo a los miembros del grupo terrorista si no a una gran parte de la población. El cabecilla de este grupo negado fue Vladimiro Montesinos, que fue el asesor del presidente Fujimori el cual le dejó “manga ancha” para actuar contra el terrorismo.

El gobierno utilizó la represión y la violencia para frenar el apoyo social al grupo revolucionario.

La amenaza de Sendero generó un miedo en la sociedad peruana, que pudo ser utilizado desde el Estado y las élites en el fujimorismo, instrumentalizándolo para justificar masacres como la de Barrios Altos o la Cantuta.

Se quiso acabar con el terrorismo utilizando el terrorismo de Estado, por lo tanto, en las cuentas finales después de esta guerra fatal; Sendero Luminoso cometió el 54% de las matanzas, el Estado el 40% y el 1´5 % fue cometido por el grupo Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

En 1992 detienen al Presidente Gonzalo y a la cúpula senderista, en 1993 anuncia un alto al fuego. En el 2003 La Comisión de la Verdad y Reconciliación concluye que entre 1980 y 2000 murieron UNAS 70.000 personas, más de la mitad a manos de Sendero Luminoso.

Abimael y su compañera sentimental y de grupo, Elena Yparraguirre, son condenados a cadena perpetua en el año 2006. Los otros diez miembros de la cúpula son sentenciados a 25 años de cárcel.

Una vez puestos en situación, leyendo y buscando información sobre la historia de Sendero Luminoso y el conflicto interno del país, realicé varias entrevistas y mantuve diferentes conversaciones con personas que distaban mucho en cuanto a sus opiniones. Algunos creían que aunque el grupo senderista cometió muchas aberraciones y ejerció una violencia inadmisible para ellos, consideraban que el grupo se comportó mejor que los militares, los cuales no hacían distinción alguna entre la población y según muchos campesinos ejercieron mucha más violencia que el grupo Sendero Luminoso, en diferentes zonas de Ayacucho me encontré con estas opiniones.

Por otro lado, otras conversaciones con personas de otros lugares del país eran realmente diferentes a lo que me dijeron algunas personas en Ayacucho.

Por ejemplo Juan Pablo, que vivió en Lima toda la época del senderismo me comentó que allí se vivía con gran terror, constantemente había muertes, amenazas, cortes de luz y toque de queda; la ciudad de Lima era crucial para el grupo terrorista.

“Bueno, para empezar, lo primero que se me viene a la mente cuando me preguntas sobre la época del terrorismo es la imagen en la televisión cuando en las noticias daban un «flash» sobre el atentado en la calle Tarata en Miraflores, y lo que más me impactó fue ver como un padre gritaba el nombre de su hijo, llamándolo desesperado en medio de los escombros y el fuego que había dejado la explosión de un coche bomba dejado por Sendero Luminoso en el corazón de Miraflores.”

“Eran tiempos en los que todos los días habían cortes de luz por que en algún lugar habían volado o dinamitado una torre de alta tensión que proveía a la red de energía, entonces los cortes de luz eran continuos y te podías quedar sin luz más de un día. Entonces, al no tener luz también venían los problemas del abastecimiento de agua que también se cortaba, entiendo por qué las plantas de agua tampoco tenían energía para su distribución. Acostumbrado a estudiar y hacer mis tareas a la luz de las velas lo que seguramente en los lugares alejados de provincias en esas épocas de finales de los 80 sería algo normal quizás.”

(En cuanto a ésto, en un libro leí lo que dijo Gustabo Espinoza sobre los cortes de luz producidos en Lima, Espinoza fue militante del partido comunista desde comienzos de los años sesenta. Él decía que era imposible que el grupo Sendero Luminoso realizara semejantes cortes de luz, a no ser que se contara con un equipo militar, con información militar)

“También cuando pienso en esas épocas recuerdo que lo secuestros de personas era algo de todos los días también. Los terroristas secuestraban a empresarios, dueños de empresas, militares de alto rango, entre otros, para pedirles a sus familias el famoso «impuesto revolucionario» que no era otra cosa que pedir dinero por la «causa» terrorista y no les importaba pedir millones. Debes tener en cuenta que para esas épocas estábamos en las crisis económicas del primer gobierno de Alan García -desastroso- y estaba muy marcada el tema de clases sociales. Entonces a veces pedían dinero y si no se los daban en el tiempo que ellos pedían pues simplemente los mataban y luego dejaban tirados los cuerpos en algún lugar con algún letrero colgado del cuello que decía la causa de su muerte: «por no apoyar la causa».”

“Eran épocas muy feas, difíciles, que la vida parecía que no tenía ningún valor para los terroristas. Era también jodido andar o circular incluso hasta de día para cualquier persona pues los militares estaban haciendo controles, incluso tu dni -en esa época se llamaba libreta electoral- no tenía tanto valor como documento, para los militares era más importante que el ciudadano común y corriente tuviera, además de su DNI, su libreta militar. Se supone que el servicio militar en el Perú es voluntario, pero en esas épocas era muy común que pasara un camión militar a los que se les llamaba «la leva» paraba un vehículo de transporte público como un bus o combi y pidera documentos a todos, pero pedían la libreta militar y si no la tenías te llevaban con ellos y sin consultarle a nadie te llevaban a un cuartel y sin pensarlo ya estabas haciendo servicio militar.

En serio, parece de locos pero es verdad. Hay muchas historias de amigos que sus papás no sabían que habían pasado con ellos y cuando se iban a las dependencias militares se encontraban con que a su hijo se lo había llevado «la leva» y estaba haciendo servicio militar. Era un total abuso de privarte de tu libertad solo por no tener un papel y peor aún obligarte hacer el servicio militar.”

“Cuando capturaron a Abimael, el líder de sendero luminoso, te juro que sentí la noticia como un gran alivio… no sé cómo explicarlo pero era un sentimiento de felicidad y de tranquilidad. De hecho los atentados no pararon pero disminuyeron un montón y poco a poco, con el tiempo y con más capturas fue bajando la intensidad y frecuencia de los atentados. Se replegaron de nuevo a las zonas de selva y sierra y aún quedan algunos remanentes pero que están ya más asociados al tema del narcotráfico.”

Entre otras conversaciones hablé con una persona anónima, nacida en Coracora, Huamanga.

Su realidad fue totalmente diferente, pues vivía en una zona campesina, también sus recuerdos son diferentes por la diferencia de edad.

“En mi pueblo los de sendero, los tucos (compañeros) como los llamábamos nosotros, solo venían a hacer justicia popular a la gente que tenía cargos políticos o eran adinerados, nosotros somos pobres, nunca nos hicieron nada malo. Bueno en particular a mi familia nunca nos ha afectado, será por eso es que no tengo ningún resentimiento hacia ellos. Cuando era niño quería ser como ellos, ya que siempre hacían justicia. Solo le afectaba a la gente mala.

Te comento que en esos tiempos no existían robos ni delincuencia como ahora, porque sendero se encargaba de acabar con ellos. Los políticos corruptos seguían la misma suerte.

Yo creo que el Presidente Gonzalo tenía buen ideal pero no supo manejar tanta gente, y salió de control y por eso escuchas asesinatos y excesos.

Pero te diré la verdad, los que más daño hicieron al pueblo fue el ejército, ellos no tenían piedad. El pueblo oprimido nunca sabíamos qué hacer. Mi mamá decía que teníamos que ser hipócritas, ni con el uno ni con el otro.

Yo creo que Abimael tenía las mejores intenciones pero no supo manejar a su gente, y todo salió de control y luego ya sabes la historia.

Mi hermana vivió un tiempo en el centro donde sendero actuaba. Se llamaba Querobamba, al sur de Ayacucho; y la pasó muy mal en esos tiempos. Ella es profesora, y un tiempo hasta tuvo que ser cocinera de ellos. Pero siempre nos decía que nunca iban contra el pueblo, sendero siempre para el pueblo.

Claro, que mataron al teniente gobernador y al alcalde en la calle, a los dos por violación. Pero aparte de todo esto, mi hermana siempre nos habló bien de sendero.

Pero cuando llegaba el ejército siempre mataba gente buena, o mala, solo por decir que estaban haciendo algo, que estaban trabajando.”

Entre otras muchas opiniones estas fueron de las que más me sorprendieron.

El tema del terrorismo en Perú es tan complicado de entender y tan extenso que debería dividirlo en varias partes, esta es la primera en la que pongo en situación y explico las diferencias de opiniones, en la siguiente expondré las otras muchas entrevistas y conversaciones que tuve con la gente de diferentes zonas de Perú.

Lo que está claro es que tanto el Estado como el grupo terrorista impusieron el terror en la población inocente para lograr el caos con menor riesgo para ellos. Utilizaron a un gran número de personas vulnerables para realizar su lucha o para combatirla.

Se produce un fracaso absoluto del mensaje del PCP-SL debido a que llega un momento en el que su mensaje o lucha se ve falto de aceptación o seguimiento social porque ha sobrepasado los límites de la convivencia. Además, llega un momento en el que el grupo terrorista buscan un modelo que no es aceptado por la gran mayoría de la población, esto es lo que les margina y les lleva a la búsqueda de su objetivo a través del terror. Su ideal degenera y no pueden salir de esa forma de vida, poniendo unos límites que la sociedad no está dispuesta a cumplir.

Muchos inocentes tuvieron que vivir esta guerra que finalmente fue entre el PCP-SL y el gobierno, pero las víctimas mortales fueron estos inocentes.

Julia Sanz González