“La naturaleza humana es potencialmente agresiva y destructiva y potencialmente ordenada y constructiva”
Margaret Mead
El pasado 18 de julio la prensa nacional se hacía eco de una noticia que exponía el caso de un joven marroquí, enfermo de cáncer, al que se le negaba el estatus de asilo por razones humanitarias. Si para Margaret Mead el primer signo de civilización fue la aparición de un fémur roto que había sanado, negar el tratamiento a una persona enferma ¿puede ser el primer signo del fin de la civilización?
En una ocasión preguntaron a la antropóloga Margaret Mead sobre, según ella, cuál podría considerarse el primer signo de civilización, la respuesta de la antropóloga fue que el primer signo de civilización de la humanidad fue un fémur roto que había sido sanado, según Margaret Mead, cuando un animal se rompe una pata implica su muerte, debido a la imposibilidad de éste de poder procurarse alimento o protegerse de sus predadores, una pierna rota y sanada implica que esa persona fue cuidada, se le procuró alimento y se le protegió de los peligros, evitando que la fractura de pierna supusiera una condena a muerte.
El pasado 18 de julio de 2023 el diario digital eldiario.es publicaba una noticia con el siguiente titular “Necesito ayuda, por favor”: la llamada de auxilio de un joven marroquí con cáncer al que se le ha denegado el asilo[1]
La noticia explica como un joven marroquí, enfermo de cáncer, tras dos años como solicitante de asilo en nuestro país, se le ha denegado su solicitud por cuestiones humanitarias, una situación que, si no se plantea una alternativa, derivará en que tendrá que salir del dispositivo de acogida donde ha estado estos dos últimos años y que le ha facilitado poder acceder a un tratamiento para su enfermedad, que en estos momentos se encuentra con medidas paliativas.
El joven vino a España en 2017 buscando un tratamiento oncológico para su enfermedad ya que en Marruecos no encontraba alternativas para poder tratarla, en este tiempo ha llevado a cabo el itinerario formativo y de inserción que establece ACCEM (la organización en la que ha estado acogido hasta ahora). Ni su enfermedad, ni su trabajo personal para establecerse en nuestra sociedad han servido para que se le haya concedido el estatus de asilo por razones humanitarias en nuestro país.
Sin duda, cualquiera que se encontrara en esta situación actuaría de forma similar para intentar salvar su vida, ejemplos tenemos varios en nuestro país que viajan a Estados Unidos para tratar esa misma enfermedad, la diferencia se encuentra en la capacidad económica del enfermo.
Desconozco cuál sería la opinión de Margaret Mead a una situación como ésta, pero si para ella el primer signo de civilización era el cuidado que un ser humano recibía de otro ser humano, ¿cómo podríamos llamar a cuando un ser humano le niega los cuidados a otro ser humano? ¿salvajismo? ¿barbarie?
Por más tecnología que dispongamos, por mucha capacidad de consumo que podamos tener, por más objetos que podamos adquirir, si volvemos la mirada ante el sufrimiento de un semejante no podemos decir que vivimos en la “civilización”.
Si el primer signo de civilización fue la sanación de un fémur roto, quizás estemos acudiendo al primer signo del fin de la civilización, negar el tratamiento de una enfermedad por carecer de dinero para poder pagarlo.
Referencias
[1] https://www.eldiario.es/sevilla/necesito-ayuda-favor-llamada-auxilio-joven-marroqui-cancer-le-denegado-asilo_1_10378762.html
Average Rating