0 0
Read Time:8 Minute, 54 Second

Los movimientos migratorios dan como resultado una mezcla de personas, con formas de vida diferentes. Las migraciones del campo a la ciudad han llevado a cientos de jóvenes que con el deseo de una mejor vida se instalan en las periferias de las grandes ciudades.

En su nuevo lugar forman su vida, conocen su pareja, muchos de ellos se casan con miembros de su misma comunidad. Muchos son los casos de las parejas que son de diferentes lugares, los hijos de estas parejas crecen en la ciudad y son llevados a la comunidad de sus padres en los días de fiesta, de esta manera conocen el lugar donde nacieron sus padres y sus costumbres, en algunos casos es ahí donde aprenden la lengua materna de los padres, ya que, en la ciudad al ser escolarizados, solo hablan el castellano.

Si bien se puede decir que en la ciudad las personas que migran de alguna comunidad mantienen sus costumbres, los niños y niñas reciben la influencia del lugar en la ciudad, la educación escolar influye mucho, así como el entorno en el que crecen. El sentido de pertenencia a una comunidad nunca será el mismo de los padres.

Diana es una chica que nació en la ciudad de México, sus padres son originarios de diferentes lugares, su madre nació en Tlaltsintla un pueblo del Estado Hidalgo, una comunidad que pertenece a la Huasteca y su lengua materna es el náhuatl. Su padre es originario de San Cristóbal De Las Casas en el Estado de Chiapas.

Ella recuerda las reuniones que tenían con la familia de su madre, en las que todas las personas mayores hablaban en náhuatl, ella no los entendía. En muchos casos la lengua materna de los padres no es enseñada a los niños, en parte porque al vivir en la ciudad no es necesario para comunicarse, por otra parte, porque hablar una lengua lleva consigo ser discriminado.

La Huasteca es una región multicultural que comprende la parte sur del Estado de Tamaulipas, el norte de Veracruz, el oriente de San Luis Potosí, el norte de Hidalgo y una porción norte de Querétaro y también parte de Puebla. En esta región no esta determinada por lo político sino por lo cultural. Tuvo como antecedente el antiguo reino de Huastecapan, donde se forjo la cultura Huaxteca en la época prehispánica. Actualmente conviven al menos seis grupos indígenas que han dado identidad multicultural a esa parte del territorio.

Las comunidades que integran la zona de la huasteca tienen costumbres parecidas, aunque varían en cada región. Una de ellas es la música y las danzas. Aunque existen danzas con el mismo nombre por ejemplo La Malinche, los sones varían en función de cada comunidad.

Por otra parte, en cuanto a la música tradicional hay diferentes géneros, uno de ellos es el huapango o también conocido como son huasteco.

El huapango o son huasteco es una de las expresiones culturales que se extiende a lo largo y ancho de la región Huaxteca. por la forma de ejecución de esta expresión, algunos consideran que es una consecuencia de los fandangos en la España medieval y llega a México con la llegada de los españoles en e siglo XVI. Estos traen sus costumbres y tradiciones y los naturales mexicanos las adoptan dándole su propia interpretación y forma de ejecutar los instrumentos europeos como es el caso del violín.

En la zona de la Huaxteca se integra un instrumento que es propio de la región: la guitarra huapanguera, muy parecida a la guitarra española, pero con una caja mas profunda y un diapasón con menos trastos y un poco menos largo que la guitarra sexta. Esta característica hace que su sonido sea fuerte y sonoro. Otro instrumento que se integró fue la jarana Huaxteca, también de cinco cuerdas. Esta es una guitarra pequeña y su caja es delgada.

Estos tres instrumentos son los que en la actualidad interpretan la música Huaxteca y hacen lo que se conoce como trío huasteco. Las raíces de huapango o son huaxteco vienen de la palabra náhuatl cuahupango, que quiere decir “sobre el tablado” o tarima o tapeshtle.

La figura de los lauderos es muy apreciable, ellos hacen los instrumentos y aprendieron su construcción si asistir a escuela alguna.

Su letra es el verso octosílabo, en combinaciones de estrofas generalmente cuartetas, quintillas o sextillas- es la métrica más usada en el son. El huapango como el son en general, es lírico e imitativo. La letra es por lo general cantada en castellano.

Diana forma parte del trio huaxteco Eyixochitl (tres flores) este trío esta integrado por: Pablo Reyes en el violín, hablante de lengua náhuatl, Ulises Israel Ramos en la quinta huapanguera hablante de lengua totunaku y Diana Karina Flores De La Cruz en la jarana huaxteca además de interpretar las letras.

Diana no nació en la comunidad de Tlaltsintla de donde es originaria su mamá, Diana nació el Ciudad De México, tampoco hablaba la lengua materna (náhuatl). Con cinco años le dijo a su mamá que ella quería aprender la lengua y la llevaron a vivir con sus abuelos, ellos le enseñaron la lengua y también aprendió las costumbres de la comunidad.

Como ella dice: cuando me preguntan de dónde eres, yo siempre digo de Hidalgo porque me siento parte de la comunidad. Vivir con mis abuelos me enseñó a sentirme parte de un lugar, a no andar tan perdida en la ciudad, a conocer de donde viene mi familia. Yo me siento más parte de la huaxteca que de la Ciudad de México. Mi identidad, mi sentir, mi lengua, mi raíz, mi pensar son de allá de mi comunidad.

Cuando yo quería empezar a tocar la música huaxteca me enfrenté a un obstáculo; la música tradicional solo la tocan los hombres. Cuando yo le dije a mi abuelita que quería tocar, ella me dijo que la música era para los hombres y yo tenía ese sentimiento, no entendía por qué solo los hombres. Aunque en mi comunidad hay danzas que bailan las mujeres, los que tocan la música son hombres y nunca se había visto a una mujer que tocara. Para mi fue como enfrentarme a lo establecido; al menos en la comunidad de la que soy, porque en otros lugares si hay mujeres que tocan la música.

Cuando yo le pedí a un señor que me enseñara los sones me daba escusas, y después me dijeron que no me quería enseñar porque era mujer.

En mi comunidad cada vez hay menos músicos, la tradición se esta perdiendo. Yo decidí que quería tocar la música y en la Ciudad de México encontré quien me enseñara. Un día fuimos con el trío a la comunidad a tocar y los abuelitos estaban sorprendidos y muy felices que después de muchos años hubiera música. Y además que fuera una mujer.

Mi oficio siempre ha sido ser música callejera, aprendí a tocar la jarana buscando en internet y preguntando a algún amigo que tocaba la guitarra. También compongo las letras, uno de mis objetivos es cantar en lengua mexicano (náhuatl).

En la Ciudad de México nos encontramos con muchos tríos huaxtecos y cuando les pregunto si hablan una lengua, por qué no cantan en su lengua. Me dicen que no lo hacen porque a la gente no les gusta. Yo creo que eso no importa, si uno habla una lengua tiene que darlo a conocer a los demás.

Para mi es muy importante tocar la música de mi comunidad, cantar en mexicano y rescatar los sones de las danzas. También he compuesto reggae en náhuatl, es un proyecto que tengo con un grupo que se llama Auikal.

Cantar en mexicano es una forma diferente de decir las cosas, por medio de ella me puedo conectar con mis abuelos y con mis antepasados. Es una manera diferente de sentir porque empezar a cantar en mexicano además de recuperar la lengua, es como decirles a los jóvenes que ya no quieren hablar la lengua, que no importa el lugar en donde estén, hay que seguir hablando la lengua.

Cuando los abuelos escuchan que los jóvenes estamos retomando nuestra lengua es como incluirlos, no olvidarlos, porque ahora los niños y jóvenes no hablan la lengua, los abuelos les cuentan algo y no lo entienden, ya no se sienten conectados con sus nietos. Cantar en mexicano es una forma de no olvidar a mis abuelos que me han enseñado mis valores, mis raíces y mi lengua. Me interesa que a través de la lengua nos reconocemos como parte de la comunidad, la lengua es un lazo que nos amarra a nuestra comunidad estemos donde estemos.

Nosotros cantamos mayormente en los camiones y mercados, la gente se emociona y es muy bonito.

Actualmente cada vez más se escucha la música huasteca y nosotros nos distinguimos porque cantamos en mexicano. Hay locales donde se hacen eventos; colectivos de paisanos que organizan eventos en pequeños restaurantes y bares.

En México la migración ha dado como resultado que la Ciudad de México sea multicultural, dentro de esta multiculturalidad, los hijos de los migrantes viven entre dos mundos, el de sus casas donde se conservan las tradiciones y el de fuera de casa donde intentan pertenecer a una cuidad despiadada como lo es la Ciudad de México.

Como comenta Diana muchas veces se sienten perdidos en la ciudad sin terminar de formar una identidad que se acomode a ellos.

En los últimos años los movimientos indígenas y la revitalización de las lenguas, ha ayudado a los jóvenes sentirse parte de la comunidad de sus padres. Muchos jóvenes como Diana trabajan desde la ciudad para rescatar las tradiciones que se están perdiendo en las comunidades.

La mayoría de los músicos son personas muy mayores, la mayoría de los jóvenes migra a la ciudad y no se interesan por las tradiciones de su pueblo, si bien, regresan a las festividades importantes de su comunidad. Es así como, cada vez más mujeres están tomando el lugar que antes era solo de los hombres, se puede ver en las danzas, que antes eran integradas solo por hombres, ahora son mixtas. También están ocupando el lugar de los músicos como es el caso de Diana.

Aracely S. Cruz

Referencias

www.inah.gob.mx

www.xichulense.com.mx

* En México no hay oficialmente ninguna lengua oficial a nivel nacional pero extraoficialmente son reconocidas como lenguas oficiales a nivel nacional de México el español y el náhuatl (al ser la lengua indígena de México con mayor número de hablantes), además son reconocidas 68 lenguas originales y 364 variantes lingüísticas (algunas en peligro de extinción) no oficiales pero reconocidas por diferentes leyes o tratados en sus respectivos territorios o etnia indígena correspondiente.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %
anthropologies
Entrada anterior Ellas también cazaban
Entrada siguiente Midsommar: ritos de paso, crisis de pareja y pasteles de carne

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.