Hace un tiempo salió publicado por fin un artículo que llevaba algún tiempo esperando. Se trata de Metabolic hypothesis for human altriciality (Hipótesis metabólica para la altricialidad humana).
La altricialidad es el estado no maduro en el que nacen algunas crías de mamíferos. En el caso de los humanos, se trata de lo que podríamos considerar una altricialidad secundaria, ya que tienen los orificios de los sentidos abiertos y funcionales, pero hay una gran diferencia entre el desarrollo de los humanos al nacer y el del resto de primates. Para hacernos una idea, un niño humano alcanza el nivel de desarrollo de un chimpancé recién nacido a los 9-12 meses de vida.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué los bebés humanos no nacen ya maduros?
Hasta ahora la explicación que se daba era la hipótesis conocida como dilema obstétrico (DO). Éste dice que existe un compromiso entre la anchura de la pelvis de la mujer y su eficiencia en el bipedismo. Una cadera más grande no podría caminar bien, y una cadera más pequeña supondría un peligro a la hora de dar a luz, tanto para la madre como para el niño, así que esta es una solución de compromiso entre poder andar y dar a luz niños lo suficientemente maduros como para poder completar su desarrollo fuera del útero materno.
El artículo que presento hoy primero ataca esta hipótesis por dos flancos. El primero es que no hay pruebas de que la capacidad de andar se reduzca con una mayor amplitud de la cadera, ya que esta hipótesis se hizo con un modelo estático de los músculos y el esqueleto, pero un modelo dinámico muestra que esa desventaja puede corregirse con una modificación en los movimientos a la hora de andar.
El segundo frente que ataca es que si los niños estuviesen más tiempo en el útero, tendrían la cabeza demasiado grande como para poder salir. Sin embargo, un volumen similar al de los chimpancés en el momento del nacimiento (un 40% de su volumen adulto) se conseguiría con sólo 3cm más de diámetro craneal, lo que supondría dilatar 3cm más, algo que según el artículo está dentro de las dimensiones de la mujer actual.
El punto que presenta como desencadenante del parto es que el consumo metabólico del feto supera lo que la madre puede proveer. Imaginaos que en casa comenzamos a enchufar aparatos eléctricos. Que si el horno, la lavadora, la tele de 50», el aire acondicionado, el lavavajillas… Al final, el diferencial saltará. Pues lo mismo ocurre con la madre.
Como vemos en este gráfico, el consumo energético del feto en el útero materno crece exponencialmente, mientras que lo que la madre puede suministrar de forma mantenida está en el límite de un 2.1 veces el ratio metabólico basal. La línea de círculos (el bebé) se cruza con la de la madre (los cuadros) justo en los 9 meses de embarazo. Cuando la madre no puede suministrar energía suficiente al feto, se desencadena la dinámica de parto.
Esto podría explicar por qué los médicos recomiendan andar para acelerar el parto… Aunque como dice la autora del artículo en su blog , siempre hay que fiarse de lo que diga el médico. Si leéis esto, ni se os ocurra dejar de comer ni poneros a correr maratones para provocar el parto. Siempre preguntad al médico antes de hacer nada.
Con todo esto cabe pensar varias cosas:
La primera es que al ser exponencial el aumento del gasto energético en el útero y lineal (debido seguramente a que dentro del útero no tiene que desarrollar funciones como mantener el calor corporal, digestión, respiración, etc.), esto haría que un bebé humano no alcanzase la el nivel de un chimpancé a los 18 meses de la concepción (el punto con estrella en el gráfico), sino a algo más de los 10 meses, lo que no supone un aumento de 9-12 meses de gestación sino sólo 1.
EstE aumento es imposible debido a que el cerebro es mucho mayor en el caso de los humanos, por lo que nacen con un 30% de la masa adulta en lugar de un 40% de los chimpancés.
Esto implica que ese 10% de diferencia de desarrollo, en el caso de los humanos de convierte en lugar de 1 mes en 9-12.
Durante este periodo el cerebro humano está expuesto a muchos más estímulos que en el mismo periodo de desarrollo los chimpancés, que se desarrollan hasta el 40% en el útero materno.
Si tenemos en cuenta dos artículos aparecidos hace unos meses en PNAS:
The remarkable, yet not extraordinary, human brain as a scaled-up primate brain and its associated cost
A hierarchical model of the evolution of human brain specializations
En el primero hablan de que el cerebro humano no es más que un cerebro de primate muy grande, y en el segundo hablan de la especialización de módulos funcionales en el cerebro por medio de estímulos repetidos (podéis leer el post que escribí sobre este artículo aquí).
Si juntamos todo tenemos un cerebro que en comienza un 10% antes a recibir estímulos durante un periodo mayor de tiempo (9-12 meses), lo que llevaría a la creación precoz de módulos funcionales para el lenguaje, habilidades sociales, reglas lógicas, habilidad motora… Esto haría que cuando el bebé humano llega a este 40% de la masa del adulto, lleva mucha ventaja al bebé chimpancé que acaba de nacer y aún tiene que exponerse a las reglas y estímulos lógicos (gravedad, continuidad temporal y espacial, etc.), motoras, sociales, lenguaje (gestual, facial y vocal), etc.
¿Podría ser esta especialización precoz del cerebro una de las bases que posibilitaría la inteligencia humana? La privación de algunos estímulos, como los sociales, lenguaje, etc., tienen efectos devastadores a muy tempranas edades.
Si esta hipótesis fuese correcta, ¿se podría inferir la capacidad cognitiva de algunos homínidos y primates a través del grado de exposición en etapas tempranas de desarrollo cerebral? Se podría comprobar con primates actuales (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) y ver si esto podría extrapolarse a otros homínidos extintos (habilis, erectus, neandertal, etc.).
Autor del blog: Notas de un tecnólogo
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