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“La identidad de género es una experiencia personal y única. No hay una sola forma correcta de ser hombre o mujer, y no hay una sola forma correcta de ser transgénero.” Gloria Steinem
UN POCO DE HISTORIA
Los fa’afafine son un grupo de personas en la cultura de Samoa (país insular en el Pacífico) que tienen roles de género diferentes a los de los varones o a los de las mujeres. Son personas que nacen con el órgano sexual masculino (nacen como hombres). Sin embargo, son educados como mujeres en sus familias. Es decir, en un contexto absolutamente social que se considera que unos roles son masculinos o femeninos, los fa’afafine asumen estos supuestos roles femeninos.
Esta práctica es muy común en la sociedad samoana.
https://www.reuters.com/article/idUSKCN1UQ1SC/
¿Qué quiere decir la palabra fa’afafine? Esta palabra incluye el prefijo causal fa’a, que significa “en forma de”, y la palabra fafine, “mujer”. “A LA MANERA DE UNA MUJER”
Cabe destacar entonces que los fa’afafine son un claro ejemplo de como la cultura puede moldear la identidad de género y, por supuesto, siendo una construcción social, los roles de género en Samoa son diferentes a los de la cultura occidental.
La pregunta que me surge es: ¿Qué determina que vayas a ser un fa’afafine? Teóricamente, la determinación de ser fa’afafine no se basa en unos criterios específicos, sino más bien en la autoidentificación, sintiendo, por supuesto, una aceptación en toda la sociedad.
Realizando una búsqueda sobre el término y esta parte de la sociedad, podemos encontrar gran cantidad de artículos y estudios que afirman que la identidad de fa’afafine ha sido designada por las propias familias que tienen muchos hijos varones y quieren una hija. Sin embargo, la gran mayoría de los fa’afafine han rechazado esta afirmación. Es una identidad de género, un tercer género.
Actualmente, la mayoría de fa’afafine tienen relaciones con hombres, pero la identidad no establece ninguna orientación sexual. Es decir, no podemos utilizar este concepto en “nuestro mundo occidental” uniéndolo al término “gay” u “homosexual”, pues no se trata de esto. Es una forma de vida, una construcción social donde se adoptan unos roles que a nivel social son considerados de hombre o mujer, sin embargo, desligados de la orientación sexual de la persona.
Aunque en otros lugares de la Polinesia los fa’afafine han sido rechazados, considerados como “raros”, “extraños”, actualmente en Samoa son aceptados, respetados y no discriminados por su identidad de género. Desafortunadamente, esta aceptación no se cumple al cien por cien, pero, afortunadamente sí han logrado mantener su presencia en la cultura samoana. Todavía queda mucho por hacer en esta y cualquier cultura, para que cualquier persona se sienta segura, aceptada y respetada sin importar la orientación sexual, el género o el color.
El mayor problema que hemos podido observar a lo largo de la historia es el gran sentimiento etnocentrista por parte de la cultura occidental. Sabemos que Samoa fue colonizada por varias potencias europeas que, aunque llegaran en el siglo XVIII, no fue hasta el XIX cuando ejercieron absoluta influencia sobre la sociedad samoana. Samoa se independiza en 1962.
Durante esa época, los europeos intentaron imponer la cultura y tradición occidental, considerando así (en este caso) que el fa’afafine era una “aberración”. Algo ilógico, pues solo existe el género masculino y el género femenino y todo lo que se salga de la norma no será aceptado. La colonización trajo consigo una visión binaria de género, más rígida. Esta visión, por supuesto, chocaba con la samoana. Las prácticas culturales samoanas fueron cuestionadas por los europeos, sobre todo esta noción de “tercer género”. Se sometió así, o se intentó someter a la sociedad a unas creencias y valores occidentales.
Lo más destacable de los fa’afafine y la cultura samoana es el sentimiento de lucha y pertenencia, el género que se atrevió a decir basta. A pesar de que los colonizadores intentaron eliminar este tercer género, los fa’afafine se han hecho hueco en la sociedad, se han hecho escuchar, han levantado la voz para ser respetados e incluidos en la sociedad Samoana. Se enfrentaron a la discriminación y estigmatización, consiguiendo hoy en día ser absolutamente aceptados.
Hoy son una identidad de género reconocida en Samoa, siendo dignos de admiración por su gran contribución cultural y su capacidad para desafiar unas normas de género restrictivas e impuestas. Han fomentado la tolerancia y el respeto hacia las diferencias.
Sin embargo, todavía es muy común en nuestra cultura no comprender la identidad de género más allá de la dicotomía hombre-mujer. Aunque hay mucho camino recorrido y, en nuestra sociedad, existen diversas identidades de género, todavía encontramos pensamientos “oscuros”, donde la sociedad no comprende más allá de lo establecido. ¿Por quién? Ese es el problema. El principal trabajo que debemos hacer como seres humanos es normalizar las diversas identidades de género. Pues estas se refieren a la vivencia interna e individual de una persona y no tienen por qué coincidir con el sexo asignado al nacer. Cómo nos sentimos internamente como humanos, nuestra autopercepción. Esto es lo realmente importante, lo que da sentido a nuestras vidas y, aunque los roles sean construcciones sociales, nosotros no elegimos cómo sentirnos. Por ello, lo más significativo de nuestra sociedad es aceptar, incluir y respetar a todos los seres humanos, independientemente de su identidad y sentimiento de pertenencia.
Aquí es donde queremos llegar, por ello damos a conocer a los fa’afafine. Otorgándoles un hueco en nuestras cabezas, considerándolos un ejemplo de revolución. Aquellos que levantan la voz, que se hacen escuchar, serán los que ganarán.
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.reuters.com/article/idUSKCN1UQ1SC/
Vasey, P. L., Pocock, D. S., & VanderLaan, D. P. (2007). Kin selection and male androphilia in Samoan fa’afafine. Evolution and Human Behavior, 28(3), 159-167.
Schmidt, J. (2003). Paradise lost? Social change and fa’afafine in Samoa. Current Sociology, 51(3-4), 417-432.
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