La vida sexual de los pacientes es un importante factor de bienestar y a la vez una actividad que puede alertar e informar sobre ciertas enfermedades. A pesar de ello, y de la época en la que ya estamos, sigue siendo un tema complicado de tratar durante la visita con el médico. Los profesionales son conscientes de esta dificultad, por lo que es un tema recurrente durante los congresos médicos.
Durante el Congreso Europeo de Medicina General WONCA Europa 2023, celebrado recientemente en Bruselas, se llegó a la conclusión de que, entre las barreras identificadas, la mayoría de los médicos las que mencionan son la falta de formación específica y la complejidad del tema. Laetitia Meyer, investigadora del Departamento de Medicina General de la Universidad Libre de Bruselas, y sus compañeros, han creado una herramienta de apoyo para ayudar a los médicos de atención primaria a abordar el tema durante la visita, con la finalidad de que sea inclusiva y con una visión positiva de la sexualidad.
Para llegar a este fin se ha utilizado la metodología del consenso, reuniendo a sexólogos, médicos de familia y representantes de asociaciones de pacientes. Gracias a una entrevista semiestructurada, surgieron indicaciones que se extrapolaron y reordenaron según la visión médica común. Se incluyeron todos los temas y preguntas que no fueron rebatidos durante los grupos de discusión.
El resultado es un apoyo de unas siete páginas que explora la vida sexual de los pacientes, sugiere estrategias para iniciar la conversación y temas seleccionados en función de las características de los pacientes.
La herramienta es flexible, puede ser utilizada tanto por el médico como por el propio paciente, que puede decidir omitir ciertos pasos. El hecho de que sea una conversación guiada y progresiva libera tanto al paciente como al médico de cualquier vergüenza y permite romper el hielo.
La normalidad del cambio
La sexualidad va cambiando según cumplimos años y con las diversas situaciones vitales que vamos atravesando. A través de un recorrido por casos clínicos extraídos de la práctica diaria, desde el clásico caso de impotencia de origen cardiovascular hasta el de pérdida de deseo sexual ligado a la menopausia, se han sistematizado las posibles áreas de intervención de la sexología en la medicina de atención primaria. El enfoque del médico de familia debe ser normalizar los cambios en la función sexual a lo largo de la vida de los pacientes. Sin embargo, si el médico no pregunta activamente, sobre todo en periodos de transición o de angustia del paciente, será difícil que afloren los problemas y expectativas sexuales que tienen.
Un momento crítico que merece especial atención por el potencial de prevención en la práctica general es, sin duda, el de la maternidad y la paternidad. Otros periodos clave los constituyen las verificaciones de cualquier trauma sexual y la evaluación de la salud del suelo pélvico en los periodos postparto y perimenopáusico, con la subsiguiente derivación al obstetra para rehabilitación y tratar de evitar así la laxitud pélvica que afecta tanto a la continencia urinaria como a la vida sexual plena.
Una revisión bibliográfica sobre la gestión de la salud sexual y, más concretamente, de la salud de la mujer en Europa revela un panorama muy desigual. En algunos países, como Gran Bretaña e Irlanda, la ginecología primaria forma parte de la actividad del médico de familia o del centro médico local, donde también trabajan enfermeras y matronas, lo que facilita la atención a la salud sexual. En otros países, como Italia, la atención ginecológica es una cuestión puramente especializada y hospitalaria, con un menor nivel de concienciación por parte de los médicos de familia y de satisfacción por parte de las pacientes con respecto a la calidad de la información recibida sobre salud sexual.
Grupos de mayor vulnerabilidad
La menopausia es uno de los momentos de transición menos explorados por los médicos, aunque en la actualidad las mujeres pasan alrededor del 40 % de su vida en esa fase. Los médicos de atención primaria reciben poca formación específica sobre el tema y son menos aun los que utilizan herramientas sencillas como la Escala de Valoración de la Menopausia (MRS) para facilitar el diagnóstico y el seguimiento. Muchos sistemas públicos de salud no tienen una política para la inclusión de herramientas de diagnóstico y tratamiento que alivien los síntomas de la menopausia en los planes de salud.
Las trabajadoras sexuales conforman otro grupo con un complejo abordaje de su salud. Los resultados de analizar a este colectivo varían según las distintas legislaciones regulativas, que pueden ir desde la plena legitimación hasta la criminalización de la trabajadora. Cuanto más restrictivas son las leyes con respecto a la libertad de ejercer el trabajo sexual al aire libre, peores son las condiciones de salud de las trabajadoras, independientemente de consideraciones políticas y morales. Los médicos de atención primaria son a menudo el primer y único contacto de estas mujeres con la medicina y su papel es esencial para prevenir situaciones de riesgo. Las personas que trabajan en la industria del sexo son vulnerables no solo en términos de enfermedades de transmisión sexual, sino también en los de salud mental, y exposición a abuso de sustancias y a violencias.
Es importante seguir trabajando para conseguir que hablar sobre sexo en la consulta deje de resultar tabú y que la formación médica siga desarrollándose para mejorar la salud sexual de los pacientes y para ir disminuyendo las desigualdades que aún se encuentran entre distintos sectores y países.
Referencias
Sexual medicine in Primary care. Abstract ID 248. Wonca Europe 2023, Bruxelles (Belgium).
Women’s Health in Primary care. Abstract ID 980. Wonca Europe 2023, Bruxelles (Belgium).
Cracking the menopause. Abstract ID 738. Wonca Europe 2023, Bruxelles (Belgium).
Sex workers and health care: an inclusive approach. Abstract ID 24. Wonca Europe 2023, Bruxelles (Belgium).
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