El miedo siempre ha estado presente en nuestras vidas, tanto en el cine como en los libros. La oscuridad tiene algo de adictivo, ese sentimiento de llevarte al límite, de tensión constante, de valentía, de risas incluso.
El cine de terror está de moda. Cada vez son más los que reclaman pasar miedo en las salas. En los últimos años han proliferado este tipo de películas, que cada vez pueden verse en mayor cantidad en las carteleras y plataformas digitales de pago. Pasar miedo está de moda.
Curiosamente según un estudio en el Reino Unido, ver películas de miedo puede llegar a quemar calorías. Al elevar el ritmo cardíaco, a medida que se acelera el pulso, aumenta la adrenalina y con ello, la tasa metabólica basal y quema mayor cantidad de calorías. Fueron los sobresaltos, lo que demostró mayor cantidad de calorías quemadas, destacando “El Resplandor” con 184 calorías.
Asustarse, también podría mejorar el estado de ánimo. Es posible que sea por este motivo por el que la gente adora tanto que la lleven al límite y la asusten, emulando situaciones de riesgo desde la comodidad de una butaca y buscando quizás ese bienestar posterior, disfrutando de esta emoción de miedo, ya que nos encontramos en una posición de control.
El miedo atrae y engancha. Al igual que en los deportes de riesgo, la adrenalina segregada por el miedo es adictiva, ya que provoca la producción Dopamina a nivel cerebral, conocida como la “hormona del bienestar”. Mientras unos saltan al vacío, otros saltan al vacío del terror.
El cine de terror produce sobresaltos y miedo, éste activa nuestros instintos más primitivos para estar alerta y prepararse para atacar o huir. Mediante la empatía, hacen que el espectador experimente sentimientos de sufrimiento, de compasión o de piedad, al ponerse en el lugar del personaje. Se experimenta compasión, por ejemplo, si creemos que el personaje no se merece el sufrimiento que está experimentando y parece ser que está relacionado con el propio sentimiento de vulnerabilidad. La piedad podemos experimentarla si pensamos que lo que vemos en la pantalla, también puede ocurrirnos a nosotros.
El cine de terror utiliza varias estrategias para conseguirlo, creando la “atmósfera” idónea para experimentar este tipo de sensaciones y establecer una relación entre el espectador y los personajes de la pantalla.
Hablemos de cómo crean esta atmósfera en el cine, tan importante para que se produzca la situación de miedo.
El ser humano tiene un innato miedo a la oscuridad, dado que nuestro principal sentido que es la vista se ve mermado. Lo que produce miedo no es la oscuridad como tal, si no lo que puede estar acechando detrás, esa sensación de que algo se esconde. El cerebro tiende a rellenar la información que le falta y al no poder controlar la situación, se produce el miedo.
Otro recurso para producir tensión son los movimientos de la cámara, con alejamientos y acercamientos como en las huidas y persecuciones.
Un recuso muy utilizado desde hace unos años, es la cámara subjetiva, que nos permite ponernos en el lugar del personaje que está a punto de sufrir «el revés del mal». Llevando este ejemplo al límite, encontramos casi un experimento sociológico como «El proyecto de la bruja de Blair» en los 90, muy polémica en su día, ya que rompió todos los moldes del cine de terror. Fueron conocidos mundialmente por hacer uso de una campaña viral en Internet y popularizando la estrategia de la cámara subjetiva, que ya se había intentado anteriormente en los 70 con «Henry, retrato de un asesino».
La idea principal de la cámara subjetiva es colocar al público en primera fila de los acontecimientos y llevar al espectador casi al límite del mareo y de los nervios, dotando al filme de una veracidad difícilmente conseguida con otro recurso.
Más tarde ha sido utilizado en multitud de películas; utilizando la cámara de video como elemento narrativo; como por ejemplo en «Monstruoso», para huir de un monstruo gigantesco. O en «Enter de Void» del original Gaspar Noé, donde la cámara se convierte en un personaje más con giros imposibles e imágenes muy impactantes.
También la vimos en «Maniac» (remake del 2012 de una película de 1980), en el que, a través de la cámara, te introduce en la mente de un asesino en serie despiadado, viviendo la experiencia justo desde el otro lado.
Se han llegado a popularizar sagas como la de «Paranormal activity» que a través de vídeos nos muestran fenómenos paranormales o «REC”, tetralogía en la que Jaume Balagueró y Paco Plaza, revolucionaron el terror en España con la innovación de un falso documental grabado en primera persona, consiguiendo así un terror inmersivo. Llegaron incluso a realizar un remake bastante mediocre en EEUU.
También se utiliza bastante el recurso de dilatar el tiempo en las escenas y con ello el suspense, recorriendo por ejemplo los pasillos lentamente, mientras abren puertas o armarios, o miran bajo la cama, esperando el sobresalto en cualquier momento y lugar.
Otra estrategia es dotar al espectador de más información de la escena de la que dispone el personaje, alargando con ello la tensión que se experimenta. El típico ejemplo son las películas de “Tiburón”.
Otro elemento muy importante es el personaje que debe inspirar terror, teniendo en cuenta que el cine de terror desciende de la novela gótica romántica, de finales del siglo XVIII y XIX, heredando de esta época personajes sobrenaturales, demonios, espíritus y fantasmas. Las primeras películas de terror datan sobre vampiros, esqueletos y fantasmas.
Podemos encontrar vampiros en infinidad de películas clásicas, prontamente llevados al cine con “Les vampires” en 1915. Pero será más tarde con la novela “Drácula” de Bram Stoker, en la que encontramos el gran referente literario.
Ha sido llevado numerosas veces a la gran pantalla, empezando con el “Nosferatu” de Murnau en 1922; una libre adaptación de la novela; a la que cambió el nombre para no tener que pagar derechos; pero más tarde se reconoció la autoría, tras la denuncia de la viuda de Stoker, que obtuvo una orden judicial para la destrucción de los negativos y todas las copias del filme.
Más tarde el personaje fue interpretado por los icónicos Bela Lugosi y Christopher Lee en otras adaptaciones. También hubo una adaptación española bastante interesante en 1931 con un increíble Carlos Villarías, que nada tiene que envidiar al gran Lugosi (y su mirada intensa a cámara, queriéndonos hipnotizar).
El personaje de Drácula volvió a popularizarse más tarde con la adaptación de Francis Ford Coppola en 1992, interpretada exquisitamente por el gran Gary Oldman. ¿Qué mujer no quedó fascinada por Oldman y su elegante sombrero de copa?
Ha sido llevado muchísimas veces más al cine, hasta culminar nuevamente con la saga de libros de “Crónicas vampíricas” de Anne Rice y en especial, con su maravillosa “Entrevista con el vampiro”. Nunca hemos querido tanto a este ser de las tinieblas, como en esta adaptación de Neil Jordan, que nos atrapó allá por el 1994, donde una servidora quedó enamorada de un Tom Cruise y Brad Pitt totalmente electrizantes en una película trepidante y bastante potente a nivel visual.
Retorcida, oscura y totalmente magnética… este filme nos hizo apasionarnos a toda una generación, de estos seres diabólicos. ¿Quién no recuerda a la pequeña, maligna y malcriada Kristen Dunst?
A ratos cruda y a ratos sensual, esta película se nos quedó a todos grabada.
Hay una película un poco diferente al resto, “Déjame entrar” (2008) es un filme sueco de vampiros menores de edad, una joya no tan conocida aquí en España. Basada en el libro homónimo “Let me in” de John Ajvide Lindqvist. Gran sorpresa y ganadora de numerosos premios en varios festivales de cine, esta cinta sueca redefinía el subgénero de vampiros, con esta historia de corte intimista que no solo habla de vampiros, sino que explora otros temas más comunes como el despertar sexual, el bullying, el abandono y el amor incondicional. Trata todos estos temas de manera magistral, mientras ahonda en la relación de los dos protagonistas, abriendo la película a interrogantes y a la perturbación. No evita sin embargo escenas cruentas e inquietantes. Tan apabullante fue su éxito que Hollywood decidió hacer el consecuente remake. Personalmente recomiendo la original, y el libro también vale la pena.
Otro de los monstruos clásicos de la literatura llevado al cine, siguiendo con el elenco de criaturas pseudohumanas, sería el infame personaje de “Frankenstein” basado en el libro de Mary Shelley; bastante sobreinterpretado para mi gusto; por Boris Karloff en 1931, y más tarde llevado a la parodia con la hilarante “El jovencito Frankenstein” de Mel Brooks en 1974, que creó un género en sí mismo, el terror cómico.
¿Quién no recuerda la famosa pregunta de Igor “qué joroba”?
Entre estas criaturas encontramos también a “la momia”, interpretada nuevamente por Boris Karloff en 1932, y versionada también en infinidad de películas. Destacaré quizás la adaptación de 1999, que tanto me marcó en mi infancia, un filme de aventuras interpretado por Brendan Fraser y una Rachel Weisz entonces medio desconocida; con bastantes claves de humor; ideal para pasar una tarde en familia.
Por último, un personaje que también ha dado mucho de sí ha sido el hombre lobo, que aparece allá por los años 40 y ha sido también adaptado numerosas veces, como en “Frankenstein y el hombre lobo” (1943), “La maldición del hombre lobo” (1961) o en “Un hombre lobo americano en Londres” de 1981, película casi de serie B con la que disfruté enormemente.
Esta criatura medio humana, medio lobo también tuvo su versión de terror cómico tipo adolescente, con su rollito ochentero con “Teen Wolf, de pelo en pecho”, interpretada por Michael J. Fox, durante su época de pleno apogeo mientras rodaba la saga de “Regreso al futuro”.
El tema sobrenatural ha estado muy presente en el cine de terror, películas sobre ocultismo, sectas satánicas, tablas de ouija, espíritus, demonios, otros entes, y hasta extraterrestres, más o menos mortales. Es un tema muy amplio que hoy en día sigue dando mucho juego.
Nos ha dejado grandes clásicos de terror como “The haunting: La mansión encantada” (1963), basada en el libro de Shirley Jackson, que fue versionada más tarde de manera mediocre pero resultona, en “The haunting: la guarida” con Liam Neeson en el 99.
Otro clásico del mundo del espiritismo es “Al final de la escalera” de 1980, película de culto, que no pasa nunca de moda.
Otra película interesante sobre un ente; poco valorada para mi gusto y que a mí personalmente me encanta; es “El Ente” (1982) con Barbara Hershey de protagonista, que te hace pasar un mal rato metiéndote en el papel de la pobre mujer que es agredida sexualmente por algo que no es capaz de controlar, ni ver. Algo bastante terrorífico si te paras a pensar.
Hay muchísimas películas sobre espíritus, casas encantadas y personas poseídas por ellos. Es un tema recurrente en el cine, que ha llegado hasta día de hoy, como por ejemplo “Ouija” (2014), “Ouija, el origen del mal” (2016), o “Verónica” del magistral Paco Plaza en 2017, película muy sencillita pero efectista, sobre todo cuando al acabar aparece “basado en hechos reales” …
La mayoría de las películas sobre espíritus y tablas de Ouija, incluyen posesiones demoníacas y todos sabemos que la gran precursora; y posiblemente jamás superada; fue “El exorcista” (1973). Película de culto y que sigue siendo como dirían “canela en rama”. Tuve la suerte de poder visionarla siendo yo adolescente, remasterizada y con metraje inédito del director, en el cine. No se me quita de la cabeza esa escena que habían eliminado en el 73, de la niña bajando la escalera al revés…
La experiencia fue casi sobrenatural y yo personalmente, no he encontrado otra película que me haga estremecer como esta. Es de esas películas que gusta volver a ver de vez en cuando y que los efectos especiales no desmerecen actualmente, ha envejecido bastante bien.
Recordemos también la famosa “Poltergeist” (1983) que marcó a toda una generación, pegada a la tv.
Triste final sufrieron ambas niñas, a la niña de el Exorcista le afectó tanto su personaje, que aseguraba que no pudo quitarse la maldición de encima, no volvió a hacer nada reseñable a parte series de tv. También murieron 9 personas involucradas en la película, un extraño incendio arrasó con unos decorados y las dos protagonistas se lesionaron durante el rodaje. Muchas leyendas urbanas corren sobre este filme.
Peor suerte corrió la niña de Poltergeist, tras 5 años del estreno murió en extrañas circunstancias. Con solo 12 años sufrió un paro cardíaco, como consecuencia de una enfermedad de Crohn no diagnosticada.
La brillante “El Resplandor” (1980), una libre adaptación de un libro de Stephen King, sigue siendo una de nuestras favoritas. Jack Nicholson pasa a la historia del cine con un hacha y su mirada de psicópata.
En España también hemos hecho películas interesantes como “Los otros” (2001) de Amenábar, cuanto nos hizo sufrir este filme… y “El orfanato” (2007).
Recordemos también que “El sexto sentido” (1999) marcó a toda una generación y nos puso los pelos como escarpias, que era de lo que se trataba…
Con “The ring” (2002); un remake de una saga japonesa; interpretado por la gran Naomi Watts, también nos hizo pasar un mal rato Sadako Yamamura, personaje de la novela “Ringu” de Koji Suzuki, que da un mal rollo impresionante.
Encontramos también sagas bastante populares como “The Conjuring: El expediente Warren” (2013), que nos cuenta la historia real del matrimonio Warren, dos investigadores de fenómenos paranormales que atendieron durante 50 años más de 4 mil casos relacionados con fantasmas, poltergeist, casas encantadas y posesiones diabólicas. El resto de películas son spin-off que se centran en los orígenes de algunas de las entidades que los Warren encontraron. Recolectaron cientos de artículos supuestamente poseídos y embrujados, creando un museo de los horrores en su propia casa, entre ellos se encuentra la famosa muñeca Annabelle, de la que también se hicieron varias películas (2014, 2017 y 2019).
Otra saga con bastante taquilla fue “Insidious” (2010) con 5 entregas hasta el momento, sobre una familia que trata de evitar que los espíritus malignos que habitan en su casa atrapen a su hijo, que se encuentra en estado de coma. La segunda entrega recuerdo haberla visto en el Festival de Sitges, me impactó el inicio ya tan potente desde el minuto 1 y pasé un mal rato siguiendo a esa familia en sus aventuras en el más allá. Son muy potentes a nivel visual, pero sobre todo con una banda sonora que pone los pelos como escarpias y pone muy muy de los nervios.
Este género de fantasmas también tuvo su versión de terror cómico con “Agárrame esos fantasmas” (1996) de Peter Jackson, con un Michael J. Fox aún en activo, dejándonos esta delirante comedia, con críticas bastante divididas.
Los años 2000 también nos dejaron varias películas muy taquilleras, como “El último escalón” (1999) y “Lo que la verdad esconde” (2000), con un elenco de actores importantes, o “Shutter” (2004) y “The Eye” (2002), películas asiáticas que ponen los pelos de puntas y que tuvieron más tarde sus remakes horribles en Hollywood.
Ester García
31 de Octubre de 2022
Referencias
Imágenes:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2786179
https://web.ultracine.com/el-fenomeno-de-el-proyecto-de-la-bruja-de-blair/
https://www.espinof.com/criticas/la-terrorifica-camara-de-video/
https://www.20minutos.es/noticia/1870810/0/balaguero/rodaje/rec-4/
https://rolloid.net/por-que-tenemos-miedo-a-la-oscuridad/
https://www.enteratecali.net/2017/11/dracula-de-coppola-cumple-25/#.Y1z6K-Sm2Uk
https://cineciutat.org/es/blog/clasicos/fesjaja-el-jovencito-frankenstein
https://reelsofcinema.com/critica-la-momia-1999/
https://hyperrealfilm.club/reviews/the-haunting-review
https://www.esplota.com/10-datos-sobre-el-pelicula-mas-aterradora-de-los-anos-70s-el-exorcista/
https://soydecine.com/peliculas-de-fantasmas/
https://articulosdeopinion.net/la-senal-the-ring-pelicula-de-terror/
https://imagejournal.org/top-25-horror-films/
https://www.fotogramas.es/noticias-cine/a508182/que-fue-de-la-nina-de-poltergeist/
https://lifeaseriesofmoments.blogspot.com/2011/04/movie-review-insidious.html
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