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“Simplemente juega. Diviértete. Disfruta el juego”

Michael Jordan

Llevamos en cajón desastre un par de meses bastante «vikingos» por lo que si en el número anterior hablábamos del juego de mesa de los hombres (y mujeres) del norte en este toca hablar de su deporte: el knattleikr.

Si el mes pasado hablábamos de que los hombres del norte no siempre estaban haciendo el “vikingo” y también jugaban a los juegos de mesa este mes toca hablar de que también practicaban deporte (y sin objetos cortantes de por medio). Sin embargo, como ya se podrá comprobar era un deporte bastante agresivo. Pero… ¿alguien había imaginado a los “vikingos” tomando el té plácidamente y jugando al croquet?

¿Cómo sabemos esto?

Las referencias que tenemos sobre esta actividad nos llegan de las sagas nórdicas, gracias a las cuales conocemos una gran parte de su rica mitología. Así podemos encontrar referencias del knattleikr, pues así se llamaba esta práctica, (tengo que empezar a proponerme escribir artículos sobre cosas con nombres más sencillos) en, al menos, cinco sagas: la de Grettir, Gisla Súrssonar, Egil Skallagrímson, Eyrbyggja y Vápnfirðinga (y me quejaba del nombre del juego…)

Así podemos tener claras dos cosas: por una parte, que era un juego muy popular en Islandia y por otra parte que… las reglas que nos han llegado hasta hoy son bastante nimias.

¿Pero qué sabemos de ello?

Es cierto, es mucho lo que no nos ha llegado, pero afortunadamente sí que tenemos algunos datos para poder llegarnos a imaginar en qué consistía.

Se jugaba entre dos equipos que competían entre si y que golpeaban una pelota con un palo, este podía romperse violentamente en un momento dado y ser posteriormente reparado en el mismo lugar, también podían golpearla directamente con las manos. Para disputar la pelota, y lograr hacerse con ella, se servían del contacto cuerpo a cuerpo y de la fuerza bruta por lo que aquellos con mejor condición física tenían más posibilidades de hacerse con la victoria.

Por otra parte, a Larry Bird le hubiera encantado este deporte para poner en juego su “trash talking” y a nuestros raperos actuales con sus “peleas de gallos”, pues, como así queda expresado en las sagas, no sólo estaba permitida la intimidación verbal sino que la guerra dialéctica jugaba un papel importante en su desarrollo.

Por lo que sabemos los torneos eran un gran acontecimiento, sobre todo en Islandia como ya se ha dicho, donde se disputaban partidos entre equipos procedentes de toda la isla. En este sentido recuerda de alguna manera a la organización de los juegos gaélicos en Irlanda, dónde los equipos quedan conformados según parroquias regionales mientras que en Islandia se organizaban en granjas aportando cada una en torno a la docena de jugadores.

Dentro de estos equipos la figura del capitán era muy importante y gozaba de cierto prestigio social. A ello cabe añadir que no todo era hacer el bestia, pues también contaban con un código de penalizaciones.

Cabe citar que desde nuestra perspectiva este código era un tanto, digamos, laxo, pues se sabe que la pelota era maciza lo que provocaba que si se lanzaba a otro jugador podía provocar una herida incluso derribarle, pues estaba hecha de madera o de cuero duro y con un diámetro de entre 2,5 y 4 centímetros.

Respecto a su duración, un juego podía llegar a durar desde por la mañana temprano hasta que se fuera yendo la luz del sol e incluso varios días dependiendo de lo apretado que fuese el resultado. Y, pese a que en este sentido cabe citar que únicamente son conjeturas, es bastante probable que se jugase en una superficie helada e irregular, incluso sobre estanques helados. Este dato podría dar para pensar que se trataba del prototipo de hockey sobre hielo, pero no se utilizaban patines lo que ha llevado a pensar que se preparase un tipo de calzado especial con suelo de alquitrán y arena para permitir el desplazamiento sobre superficies heladas.

Algunas revisiones posteriores

Diversos autores que habían tratado de darle sentido a las pocas reglas que les habían llegado resulta que cada uno de ellos lo comparó con juegos muy dispares entre sí: el rugby, el cricket, lacrosse, y el ya mencionado hockey. La idea de que mientras un equipo trataba de atrapar la pelota y correr con ella mientras que el equipo contrario se dedicaba a perseguirlos podría hacerle semejante al ya mencionado rugby o al fútbol americano. Además los competidores podían ser abordados y derribados mientras esta estaba en juego. Pero se lanzaba con el palo, lo que le acerca al béisbol en este sentido.

En una de las sagas se cita la palabra knattgildra, que podría significar algo así como “captura de pelota” o “trampa de pelota”, lo que llevó a pensar durante un tiempo que los palos podían haber estado dotados de algún elemento capaz de sostener la pelota y lo que haría que pudiera emparentarse con el lacrosse.

Recreacionismo histórico

En algunas universidades, principalmente norteamericanas, se ha comenzado a llevar a cabo recreaciones del knattleikr dando lugar a la creación de una primera competición en el 2007 en Nueva Inglaterra y lo primero que hicieron fue advertir de que se trataba de una práctica agresiva y que podía llegar a ser peligrosa. Como ya se ha dicho las exiguas reglas que han llegado hasta nuestros días no ha servido para lograr un reglamento completo del juego, por lo que muchas de las normas que se aplican son de nuevo cuño, pero con sabor añejo.

El auge que existe hoy día entre los entusiastas de la cultura nórdica es el que ha provocado de algún modo esta reinvención. Entre los grupos que destacan en esta disciplina se encuentran los equipos de las universidades de Brandeis, Clark, Providence College y Yale (si Einstein levantara la cabeza…)

En el siguiente video puede verse a unos vikingos (de los actuales) llevando a cabo una recreación de este deporte.

Rubén Blasco

Referencias

http://vikingosdethule.blogspot.com

Wikipedia

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