Hoy tengo el placer de cruzar unas palabras con Manuel Carmona, del que podría decir muchas cosas, pero tal vez lo mejor de todo sea que os acerquéis a él a través de todo aquello que va escribiendo, ya sea en su blog en el periódico digital Rota al día o en todo lo que publica en Anthropologies. También ha publicado dos libros: La Realidad Escondida. Aventuras y desventuras de un educador en centros de protección de menores y Viaje al Centro del Olvido. Experiencias en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) con la editorial Hilos de Emociones. He de decir que no sé cómo le da la vida para tanto. Sea como sea… ¡EMPECEMOS!
Siempre percibí la política institucionalizada como algo negativo Manuel, ya sabes: no te acerques al hombre del saco, al que reparte droga a la salida del colegio (nunca logré localizarle) ni al político. Fuiste varios años concejal en la oposición, por Izquierda Unida, en el Ayuntamiento de Rota ¿resulta un mundo tan turbio como presupongo?
Error, nunca he sido concejal, era el coordinador de IU en Rota, pero nunca fui concejal. Si cambias concejal por coordinador local, la pregunta me encanta. Es curioso, en Rota mucha gente cree que he sido concejal, pero nunca salí en las elecciones, es una clara visión de lo informada que está la gente sobre las personas que los representan.
Sí, y de lo informado que está el entrevistador. Corrijo, fuiste, pues, el coordinador de IU en Rota ¿resulta un mundo tan turbio como presupongo?
Más que turbio, la política resulta algo apasionante. Si entendemos la política como la forma de gestionar lo que tenemos en común, no creo que exista algo más apasionante.
Lo que sí son turbios son algunos «personajes» que están en el mundo de la política.
La política es un mundo muy complejo, que recoge la complejidad del mundo en el que vivimos, y, por ende, encuentras personajes muy complejos.
Yo de todas formas tengo la teoría, creo que acertada, que en política únicamente pueden participar tres tipos de personas: funcionarios de carrera, profesionales liberados con empresas consolidadas y personas que pretenden hacer de la política su modo de vida, estos últimos son los personajes más turbios.
Y ¿por qué digo esto? La primera necesidad que tenemos como seres humanos es cubrir necesidades físicas, entiéndase de alimentación, alojamiento y vestido. Cuando estas necesidades no están cubiertas, la ideología pasa a un segundo plano y entonces te pones al servicio del partido en vez de al servicio del pueblo que es donde debe estar cualquier político independientemente de la ideología que tenga.
Las personas que entran en política con la ideología como único soporte, no pueden durar en política, sin convertirse en uno de los tres modelos que he explicado anteriormente. Cuando los intereses personales (ambición, egoísmo o simple supervivencia) están por encima que el bien común, es cuando la política se vuelve turbia. Desconozco que este tipo de “políticos” sea o no una mayoría dentro del sistema, pero también es cierto que existen personas muy válidas que dedican su tiempo y sus recursos a hacer la vida de sus vecinos más fácil, sin ningún interés personal.
Ha habido algo que me ha chocado y que fruto de mi error (o el más absoluto desconocimiento) me ha servido para cerciorarme de cómo funcionan los medios de comunicación en España. Suelo enterarme de lo que pasa en el mundo a través de distintos medios. Aunque tengo la tendencia a huir del politiqueo nacional. Pues bien: si algo me sorprendía (y no terminaba de comprender) era el ensañamiento que había para con Yolanda Díaz, mientras, desde mi perspectiva, resulta la «chica para todo» del gobierno (como le sucediera a Soraya Sáenz de Santamaría). Sin embargo, veía un trato a aquella que desde luego no sufrió esta. Al tirar de Wikipedia para ver de dónde venía y demás vi algo que me hizo comprender todo: no formaba parte del PSOE (como yo creía), sino de Izquierda Unida (ni siquiera de Podemos) ¿Crees que a algunos políticos se les aplica una vara de medir distinta por pertenecer a partidos concretos? Algo que, por ejemplo, no le sucedió a Anguita.
Por supuesto que se utilizan distintas varas de medir, los medios de comunicación pertenecen a distintas corporaciones económicas que defienden unos intereses determinados, los partidos políticos son los valedores de esos intereses, siempre que la izquierda transformadora (en este caso representada por Izquierda Unida) no ha tenido oportunidad de alcanzar el gobierno, se ha visto como esa opción simpática que mira por el bien común pero que se ha tachado de utópica, pero la cosa cambia cuando esa opción política toca cualquier ámbito del poder, porque entonces los privilegios de determinados grupos se tambalean. Yolanda Díaz, ha demostrado ser una política con aplomo, capacidad de negociación, un proyecto de país y una defensora a ultranza de la clase trabajadora, y si además es vicepresidenta del Gobierno y miembro del Partido Comunista tiene todos los ingredientes para convertirse en la diana de los medios de comunicación “pro-establihment”.
Con Julio Anguita pasó algo parecido, todos los análisis que llevó a cabo Izquierda Unida, en el tiempo que él fue Coordinador, se han cumplido: sobre la Unión Europea, Maastrich, la OTAN, el Estado del Bienestar, etc., la diferencia es que Julio Anguita nunca tuvo la oportunidad de formar parte de un Gobierno, por lo tanto, se le veía como un tipo simpático, pero exento de peligro para el Sistema. Aun así, recuerdo cómo se le caricaturizaba como un Quijote desquiciado que luchaba contra Molinos, en medios como El Jueves o Canal +.
Es curioso cuando muchas personas que hoy alaban a Julio Anguita como uno de los mejores políticos que ha tenido nuestro país, cuando tuvieron la oportunidad de votarlo, votaron a Felipe González o a José María Aznar.
Manuel ¿por qué el comunismo?
¿Puede haber algo mejor que una sociedad en la que el Hombre no sea explotado por el Hombre?
En mis años mozos, tendría 14-15 años, estuve haciendo mis escarceos en la sede del PCE, incluso llegué a participar en un programa de radio que tenían. No tardé en desencantarme: me encontré con un núcleo de estalinistas, gente que añoraba antes la idea de una URSS imperialista y militarizada que mejores condiciones para la clase obrera. No puedo menos que pensar en ellos como fascistas de color rojo ¿has dado con mucha gente así? Ojo, parto de la premisa de que son minoría en estos tiempos que corren ¿Qué piensas de esta corriente que, desde mi perspectiva, ha provocado que muchos tengan una idea equivocada de lo que es el comunismo?
Uno de los principales problemas que existen para ser “comunista” es que hay que estudiar mucho, jeje. En mi experiencia no he encontrado a nadie de ese perfil, ten en cuenta que yo no soy militante del PC, aunque sí de IU, como independiente, y en la Asamblea de Rota, donde milito, mayoritariamente somos independientes dentro de IU. También he de decir que conozco a muchísimos militantes del PC de la provincia y no reconozco eso que cuentas en ninguno de ellos. El estalinismo está superado desde hace muchas décadas, creo que es un error volver a él.
En mi opinión, el principal objetivo de la izquierda hoy es mejorar las condiciones de la clase trabajadora, sobre todo, si no existen condiciones para que se produzca un cambio revolucionario. Y esto no es mío, ya lo dijo Engels en el siglo XIX.
¿Opinas que únicamente con alternativas al capitalismo se pueden mejorar las condiciones de la clase obrera o crees que existe esperanza dentro de la economía de mercado?
El capitalismo es un sistema extractivo, y como tal es finito, en la actualidad aún existe margen de mejora para la mejora de las condiciones de la clase obrera dentro de él, al menos en los países desarrollados, y los aspectos para esa mejora no son tan descabellados: una política fiscal progresiva, la subida de los salarios hasta alcanzar “una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de sus familias”, facilitar el derecho a una vivienda digna…
Como ves no son en ningún caso, principios “revolucionarios”, todos vienen recogidos en la Constitución del 78. El problema es que la Constitución solo la nombran cuando es afín a los intereses de los poderosos, cuando afecta al bienestar de la mayoría social es papel mojado.
Siendo un sistema extractivo, los beneficios de unos tienen que ser las pérdidas de otros, ahora hay que ver que están dispuestos a perder las élites económicas en favor de la clase trabajadora.
Un profesor de historia que tuve me enseñó que la historia avanza en espiral, alternando períodos de progresos y periodos reaccionarios, hoy vivimos uno de esos periodos reaccionarios y por lo tanto las pequeñas mejoras que se consigan para la mejora de la clase trabajadora son muy importantes. La reforma laboral y la subida del SMI son tremendamente importantes para la mejora del nivel de vida de los trabajadores y trabajadoras.
Pero pienso que estamos viviendo un periodo de descomposición del Sistema Capitalista y como dijo Alvin Toffler, es una incógnita que Sistema lo sustituirá. No creo que hayamos llegado al “Fin de la Historia” que preconizó Fukuyama, aunque bien es cierto, que hoy no existe una alternativa clara al Capitalismo.
Resulta que cuando hablamos para tu incorporación a Anthropologies yo ya te había leído en «Kaosenlared«. Siempre me pareció que este portal era el lugar idóneo para agitar el avispero. Es decir: una herramienta con fines políticos muy concretos. De hecho, yo mismo lo he utilizado. Sin embargo, su capacidad informativa no me parece que representa la mejor ¿Opinas lo mismo?
En Kaosenlared, al igual que cualquier medio de comunicación, sabes lo que vas a encontrar, creo que cumple una función muy importante de hacer ver que no estamos solos, o que no estamos locos, o al menos que somos muchos los “locos” que pensamos de forma parecida. Presenta contenido que no vas a encontrar en medios de comunicación “al uso”. También muestra que existe una variedad enorme de pensamiento en los márgenes del sistema, a mí me han dado “palos” de todos los colores en algunos de mis artículos.
Creo que su mayor valor, más que la información que puede transmitir es las distintas formas de analizar lo que está ocurriendo.
Mil gracias por tus respuestas y por no haber rehuido ninguna pregunta. ¿Te atreves con el decálogo?
Claro
El decálogo (no tan decálogo) de Anthropologies
1 – Si tuvieras que recomendarnos un único libro ¿Cuál sería?
1984
2 – ¿Qué personaje histórico crees que tiene que ser revisado con mayor urgencia?
El Cid (guiño, guiño, patada)
3 – ¿Cuál es desde tu punto de vista la mayor mentira que se acepta de modo más o menos universal?
El mercado se regula sólo
4 – Una teoría conspiratoria a la que le das crédito.
A Kennedy lo mató la CIA
5 – ¿Qué efecto crees que puede tener a largo plazo el hecho de que una persona con un dispositivo electrónico a su alcance puede generar un contenido capaz de llegar a cualquier lugar?
Que la verdad se pierda entre muchas mentiras.
6 – ¿Qué personaje con el que no te identificas ideológicamente se ha ganado tu respeto?
Difícil de contestar. Adam Smith
7 – ¿A quién invitarías a un café?
A cualquiera que tenga una conversación interesante
8 – Una película poco conocida pero que te parezca altamente recomendable.
Tiempos Modernos
9 – ¿Cómo fue el trayecto que llevaste a cabo para pensar como piensas hoy día?
Creo que tomé conciencia de clase en mi época del Instituto, a partir de ahí y haciendo el paréntesis correspondiente entre la adolescencia y la juventud, preguntarme por qué sucede lo que sucede me llevo a buscar respuestas. Y este es el resultado.
10 – ¿A qué corriente de pensamiento o teoría le aplicarías la obsolescencia programada?
Liberalismo económico.
BIS – ¿Cuál es tu definición de cultura?
Jaja, esta pregunta si es un marrón, pero coincido con Marvin Harris en que «la cultura es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar».
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