El tiempo que nos ha tocado vivir está compuesto por momentos efímeros donde los análisis de la realidad se quedan en lo superficial, una sociedad líquida que diría Bauman y que como magistralmente expresó Eduardo Galeano es más importante el funeral que el muerto. Por eso es inevitable observar cómo se dicen frases que sacadas de contexto pierden totalmente su significado original, un significado que pocos se preocupan de conocer y que encierran una serie de reflexiones mucho más profundas de lo que pueda parecer en un primer momento, y aunque este tema podría dar para todo un tratado filosófico aquí va una pequeña reseña de algunas de ellas:
Carpe diem: Comienzo por la que puede que sea mi favorita, ya que esta expresión latina puede, incluso, ser vista en llamativos tatuajes de personas que se han quedado con su expresión literal sin conocer su origen ni su significado real. “Carpe diem” es una expresión que el poeta romano Quinto Horacio Flaco utilizó en su poema 11 Carminum I y cuya expresión completa es “Carpe diem, quam mínimum crédula postero” que significa “Vive el día, no te fíes del incierto mañana” lo que el refranero español podría haber adquirido como “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Sin embargo, la expresión Carpe diem se utiliza normalmente para justificar hacer lo que apetece en el momento sin pensar en las consecuencias. De conocer su significado original muchos de los que se la han grabado a tinta en su piel quizás no lo hubieran hecho.
Dios ha muerto: Frase lapidaria del filósofo alemán Friedrich Nietzsche que viene a significar que la idea de Dios que reconfortaba a la humanidad ha sido sustituida por la idea de Ciencia. En el siglo XIX la iglesia va perdiendo una parte importante de su influencia que sumado al auge de los descubrimientos científicos hace que la población ponga sus esperanzas de un mundo mejor en la ciencia. Nada tiene que ver con el principio metafísico de la idea de Dios, es curioso que a día de hoy donde todas las esperanzas de salir de la pandemia provocada por Covid-19 están puestas en los laboratorios donde se busca una vacuna que nos vuelva a llevar al mundo que conocimos antes del 2020, hoy, incluso con más razón que cuando Nietzsche escribió la frase que nos ocupa, podríamos decir alto y claro “Dios ha muerto”.
Solo sé que no se nada: Frase que se le atribuye al padre de la filosofía y maestro de Platón, Sócrates, ¿quién no ha utilizado alguna vez esta frase para decir con cierto tono de sorna que desconoce algún hecho? En realidad, lo que Sócrates quería decir que al contrario de aquellos que se ganaban la vida compartiendo sus conocimientos, él sólo estaba seguro de que no lo sabía todo y que incluso lo que daba por sabido podría estar equivocado y por lo tanto tenía la total seguridad de tener un único conocimiento totalmente cierto, algo más de lo que podían decir aquellos que se ganaban la vida enseñando (los sofistas). Sócrates provocaba la duda y la contradicción para adquirir nuevos conocimientos, un método conocido como “método socrático”.
Son muchas las expresiones que decimos que tienen un significado más profundo del que creemos, incluso las tres que he citado podrían ampliarse mucho más allá de lo que yo he escrito.
“Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”
René Descartes
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