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El museo Nacional de Antropología de Madrid, en colaboración con Cruz Roja, y gracias al trabajo del foto-periodista de TVE, Francisco Magallon, presentan, desde el día 28 de octubre, la exposición conjunta: los caminos de la migración en el norte de África.
Cada año, miles de africanos tratan de cruzar caminando, el desierto de Sahara, con el objetivo de llegar a las puertas de Europa, en el Mar Mediterráneo.
Los “resultados” son de sobra conocidos, robos, mafias depredadoras, cansancio y muerte.
Pocos son quienes logran dar el “salto” a la que consideran una nueva vida, incapaces a la vez de seguir adelante o de volver, derrotados, a sus territorios de origen.
A las mesas de la fortaleza europea, a la hora del telediario, se asoman apenas las imágenes del dolor, de la desesperación, casi sin contexto, sin explicación alguna de los porqués de semejante sinrazón. Conscientes de ello, desde el museo se proponen esbozar por lo menos, algunos de los motivos y, sobre todo, poner cara y voz, a las miles de vidas que a diario se arriesgan en esta travesía.
Analizando los movimientos migratorios africanos, se puede observar que se dan fundamentalmente en dos “direcciones”, una interna dentro del propio continente (la mayoritaria, es decir, la mayoría de los africanos migra dentro del propio continente) y otra externa, que es la que tiene como objetivo Europa y en los últimos tiempos, también India, China y países americanos.
Cuando intentamos pensar los motivos, en el análisis clásico de las migraciones, encontramos factores socio-económicos, considerados como desencadenantes. Es un lugar común considerar África como un todo, como un inmenso país, homogéneo y cuasi indiferenciado, así como también y fundamentalmente, pobre.
Si bien es cierto que hay territorios dentro del continente que pueden ser considerados como de escasos recursos naturales, África es uno de los continentes más ricos del planeta, tanto en recursos minerales (tenemos aquí las mayores reservas de varios metales indispensables para la industria occidental y asiática) como en recursos madereros, de uso de bosques tropicales, pesqueros, etc.
¿Entonces, porqué estos movimientos de personas tan importantes? Aún rehén de su pasado de expolio y dominio colonial europeo, a día de hoy, el continente africano presenta tasas de pobreza inmensas y, sobre todo, del factor que consideramos clave: la desigual distribución y acceso a esos inmensos recursos. Posiblemente aquí esté una de las claves del problema.
Acostumbrados como estamos a que nos “invadan”, nos “inunden” las imágenes de los cayucos que a duras penas logran navegar hasta Canarias, sería interesante tal vez plantearse, de donde sales éstos. Uno de los orígenes más frecuentes, suelen ser las costas de Senegal, país con el cual recientemente la UE, ha firmado un acuerdo comercial de compra de productos pesqueros. Donde antes miles de pescadores se dedicaban a la pesca de bajura, de cercanía, con la cuál eran capaces no solo de alimentar a sus familias, sino de mantener prósperas relaciones de intercambio con otras comunidades, hoy solo pueden comprar una licencia de pesca (requisito impuesto por el gobierno luego de la firma de concesión de licencias de explotación a la flota europea y china) unos pocos; el resto de los pescadores tradicionales, expulsados de su oficio y saber, se reconvierten en proveedores de cayucos para los enormes contingentes de migrantes, que este mismo expolio de recursos naturales provoca. Así las élites gobernantes, se convierten en los “cómplices necesarios” de las políticas europeas de “ayudas al desarrollo”.
La exposición que podremos disfrutar hasta el mes de febrero, intenta poner “cara” a todas estas situaciones, mostrándonos las vidas y los orígenes, así como el largo y tortuoso camino que siguen los migrantes, en pos de su sueño de una vida digna.
Referencias
foto 1: archivo Ministerio de Seguridad. Lima- Perú
foto 2: archivo RTVE
Para consultar trabajos previos del autor, se puede visitar su página:
http://www.franciscomagallon.com/
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