La economía sufre, pero no todos los sectores están siendo afectados de igual manera. Las farmacéuticas, aunque han experimentado pérdidas debido a la bajada de demanda de medicamentos de otras patologías que no son coronavirus, se recuperarán “fácilmente” al diversificar su producto con terapias alternativas para el SARS CoV 2. Otras farmacéuticas directamente están ingresando más dinero que nunca en la carrera por la vacuna o tratamiento del coronavirus, como Gilead.
¿No me dejarás caer esta vez?
-No- le prometió Roland-. Ni esta vez ni nunca- Pero en la oscuridad más profunda de su corazón pensó en la Torre y dudó.
King, Las tierras baldías, Saga La Torre Oscura.
La Torre Oscura es una saga literaria en la que Roland Deschain, el pistolero, deja atrás Gilead para emprender una búsqueda casi suicida de la Torre Oscura. En Gilead había aprendido a apuntar con el ojo, a no disparar con la mano porque el que dispara con la mano ha olvidado el rostro de su padre. Roland había aprendido a forjar una determinación inquebrantable que le haría sacrificar todo y a todos en su camino hacia su objetivo. No es de extrañar que cuando escuché de nuevo Gilead, ahora como el nombre de una farmacéutica en la lucha contra la pandemia, me vinieran a la mente Todo-Mundo, la Baronía de Nuevo Canaan, el terrible destino de la ciudad de Lud o Can’-Ka No Rey. Ese universo apocalíptico era fácil que aflorase dadas las circunstancias. Y recordé la frase de Jack del inicio, y cómo Roland dudó, porque en definitiva en todos los mundos y todas las dimensiones donde se encontraran, siempre estaría La Torre en la mente del pistolero y siempre le sacrificaría.
Quizá la economía mundial sea un Roland cuyo objetivo es seguir creciendo y alimentándose de las propias partes que la conforman. Es un “organismo” gigantesco que sacrificará las partes que flaqueen, pero que no caerá así como así. Es cierto, que los confinamientos, la ralentización de la actividad económica, ha supuesto un duro revés a la economía mundial, pero por la misma causa que diferentes sectores han sido tremendamente perjudicados, otros han sido favorecidos. Y curiosamente estos sectores son los que lideran en gran parte las economías occidentales más fuertes.
El coronavirus igualitario
No, el coronavirus no ha sido igualitario, no ha atacado a todo el mundo por igual, no por su modus operandi, sino por las condiciones en las que la población afectada se ha encontrado en ese momento, sobre todo debido a las condiciones económicas de los países donde viven. Se ha cebado en los países donde las condiciones de vida son más desfavorecedoras y desfavorecidas, aquellas que no han reforzado sus sistemas sanitarios por falta de fondos, aquellas cuyos sectores económicos incluyen actividades que no permiten el teletrabajo. Aquellos lugares donde las viviendas no son espaciosas o las familias viven casi al completo en la misma vivienda. En definitiva, dependiendo de tus condiciones iniciales, el virus se fijará más o menos en ti.
Pero, es más, la influencia que los comportamientos humanos tienen en esta crisis epidemiológica es muy interesante de observar. Se establecen diferentes estrategias de responsabilidad individual y colectiva y mientras vemos a los países asiáticos con un comportamiento quizá más colectivo donde los actos individuales se miran en conjunto con el resto de la población. En occidente, en sociedades que priman el individualismo, el comportamiento de cada uno no parece obedecer a un sentimiento de acto colectivo. Decía Foucalt sobre ejercer el poder que éste establece relaciones entre los individuos empleando tácticas de amaestramiento, dominación y obediencia. Por lo tanto, en base al ejercicio de poder que los diferentes estados ejercen sobre su población, la respuesta de esta población ante un comportamiento demandado por parte de los poderes políticos, difiere, beneficiando o perjudicando al resto de esferas sociales. La imposición de medidas restrictivas es contestada de forma muy diferente en base a estos preceptos y mirar las medidas como algo necesario, se transforma en muchos lugares en visión de ejercicio de poder opresor por parte del estado de turno.
Comenzamos a escuchar cómo será la recuperación económica y para ello hacemos gala del uso de diferentes letras que de alguna manera ilustran las gráficas que nos dirán si nuestra economía va bien, no tan bien, o mal. La última versión es la temida recuperación en forma de K, que indica una ruptura de la economía donde se muestra claramente la disparidad entre los sectores ganadores y los que salen perdiendo. Perfiles laborales más digitales ganan, los que se basan más en el contacto social, se encuentran en verdadero peligro. Esto ocurre tanto entre países como en los mismos sistemas productivos. Por supuesto, la brecha de la desigualdad se agrandará, los pobres serán más pobres, los ricos más ricos y sectores que ya estaban a la cabeza mundial de la economía de todo el planeta, afianzarán sus lugares privilegiados, elevando a los países en los que están más presentes sobre los que apenas son representativos.
Para poder controlar la pandemia, es necesario que se controle en todas las partes del mundo y para que la recesión económica sea dominada, se necesita una recuperación económica mundial. Es decir, las economías más fuertes deben por propio interés- si es que la preocupación humanitaria no forma parte de su agenda- asistir a las economías en desarrollo y a los mercados emergentes como indica Joseph Stiglitz (2020). Sin estas acometidas, la pandemia persistirá, muchos serán seriamente perjudicados y otros se beneficiarán en contrapartida. No obstante, no estaría de más pensar en la economía mundial como ese ente que está adquiriendo vida propia, que se adapta rápidamente a las circunstancias y que con sus diferentes mecanismos evolutivos y sistémicos, sacrifica a las personas, a los sectores económicos los cuales la crean y alimentan pero que son prescindibles en tanto que son fácilmente sustituibles.
Es necesario una revisión de la actualidad del SARS CoV-2 y no pensar en ella como en una pandemia, sino en una sindemia y para esto, la antropología con su visión holística puede ofrecer diferentes enfoques tanto de esta sindemia, como del resto de pandemia que ha sufrido la humanidad. Quizá de esa manera, el resto de disciplinas puedan entre ver cómo algo creado por y para el hombre, traspasa la dimensión humana. No dejemos que la humanidad sea un Jack agarrado a una mano que no dudará en dejarlo caer, otra vez.
Referencias
Foucault, M.1999 Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión. Siglo XX. Mexico
King, S. (2008) Las tierras baldías. La torre oscura III. De Bolsillo. Madrid.
Nieves, V . (20/10/2020) La peligrosa recuperación en forma de K que afronta la economía. Todo para unos y la ruina para otros. Recuperado de: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/10837357/10/20/La-peligrosa-recuperacion-en-forma-de-K-que-afronta-la-economia-todo-para-unos-y-la-ruina-para-otros.html
STIGLITZ, J. (2020) The pandemic has laid bare deep divisions, but it’s not too late to change course. Recuperado de: https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2020/09/COVID19-and-global-inequality-joseph-stiglitz.htm
Saccone, R. (17/05/2020) Los negocios de la pandemia. Recuperado de: http://revista.lamardeonuba.es/los-negocios-de-la-pandemia/
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