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Todas las culturas tienen su propio mito de la creación. Entre los aztecas el  dios principal es Ometeotl, que tiene formas masculina (Ometecuhtli) y femenina (Omecíhuatl). Conocidas también como Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, engendraron a cuatro hijos. Tezcatlipoca Blanco, que también es llamado Quetzalcóatl fue el tercero y el cuarto Tezcatlipoca Azul. Éste sería conocido más tarde como Huitzilopochtli, el dios principal de la tribu azteca. A los dos se les encomendó la tarea de crear a la primera pareja: el hombre Oxomoco y a la mujer Cipactonal.

 Según la mitología nórdica, Odín creo junto a sus hermanos Ve y Vili (otra versión nombra a Hoenir y Loki) a la primera pareja, Ask y Embla, a partir de dos troncos de fresno y olmo que encontraron en una playa. Odín les dio el hálito de vida, Vili ingenio y emociones y Ve sentidos y habla. En la tradición judeo-cristiana, Dios/Yavé creó al hombre del barro y lo llamó Adán y de su costilla creó a Eva. En el hinduismo, es Brahama quien crea al primer hombre, Manu, mediante la unión con su hija Vak (la palabra). Entre los aborígenes, fue la diosa Yhi quien, una vez creado el hombre, vio que estaba triste sin otra criatura que se le pareciera, así que de una flor del árbol en el que el hombre estaba durmiendo, apareció una luz y la flor se transformó en una mujer. Así podemos seguir nombrando distintos mitos de la creación hasta repasar todo el inventario de culturas que conocemos. Pero más allá de esa creación divina, está el afán del hombre por “crear al hombre” desde su propia mano. Dar vida a lo inanimado no es algo reciente.

sonia 1La cultura griega, también tiene su mito sobre la creación del hombre. Prometeo fue el encargado de crear al hombre y tanto se esmeró en ello que mientras lo hacía su hermano Epimeteo, encargado de dar vida al resto de criaturas, había acabado con todos los dones. Prometeo compadecido de su creación, robó el fuego a los dioses para que los hombres se calentaran y por ello fue castigado a que un águila le comiera cada noche el hígado. Pero al ser Prometeo inmortal, le nacía un nuevo hígado cada mañana. No es difícil apreciar que para el hombre, un sueño como el dar vida, es también una línea que de traspasarla acarrea graves consecuencias.

La literatura nos da otros ejemplos sobre las consecuencias de “jugar a ser Dios”. Desde la creación a partir del barro a la creación de autómatas que cobran vida, pasando por la composición de un cuerpo a partir de trozos de cadáveres de vuelta encontramos la moraleja sobre los peligros de traspasar esa línea ética que supone la creación de vida.

 Muchos son los ejemplos de creaciones antropomorfas, autómatas, estatuas con o sin espiritualidad que aparecen en la antigüedad. En Egipto existen los ushabti, pequeñas estatuillas de cera o arcilla que se colocaban en el ataúd del difunto y eran capaces de responder por el muerto cuando se les encomendaban tareas. En sus torsos se grababan textos mágicos para que cobraran vida y realizaran los mandatos encomendados.

Tradición judía, El Golem

 Golem es una palabra que figura en el Antiguo Testamento con el significado de embrión o germen. Más tarde se aplica a un hombre inculto, rudo, algo inacabado para finalmente referirse a una criatura artificial que cobra vida gracias a la magia del nombre de Dios.  Semejante al Golem encotramos al autómata de Talos creado por Hefesto y cuya misión era la de proteger Creta. La primera referencia sobre el concepto de Golem, tiene que ver con Adan.sonia 2

 Aha bar Hanina ha dicho: “doce horas tuvo el día. En la primera hora se amasó la tierra; en la segunda, ésta se convirtió en un golem; en la tercera le fueron estirados los miembros; en la cuarta se infundió en él el alma, en la quinta se puso de pie. (sanhedrin, 38b).

 El Golem, un ser artificial modelado, cobra vida a través de la palabra. Una idea, que corría y serpenteaba por la Europa judía  medieval y que se basada en la Cábala. La creación de un Golem era algo factible basado en la magia de la palabra. La leyenda se convertirá en literatura a través de Gustav Meyrik (1915) y Jorge Luis Borges (1958) y en película cinematográfica con Carl Boese y Paul Wegener (1920  Der Golem, wie er in die Welt kam).

 La leyenda cuenta que este ser talmúdico, fue creado por el rabino Judah Loew ben Besalel, una persona real que vivió durante el siglo XVI, conocedor del Talmud y de la Cábala, gran  matemático y astrónomo  y habitante del barrio judío de Praga, Josefov. El Golem de Praga tenía su función protegiendo y colaborando en las tareas del barrio. Loew creó un ser de arcilla al cual le introducía en la boca un trozo de papel con la palabra Emet (verdad) que le otorgaba la vida. Cuando llegaba el Sabbat, el rabino retiraba una letra del pergamino, aleph, quedando la palabra convertida en Met (muerte) y cumpliendo con el descanso ordenado por Dios para el Sabbat. Pero un Sabbat, el rabino olvidó borrar el aleph y los habitantes del barrio llegaron contando que el Golem estaba destruyendo todo a su paso. Finalmente, Loew tuvo que destruir a su vez al Golem para que no volviera a causar más daño, aprendiendo la lección de que solo Dios puede otorgar vida. En la actualidad sigue la creencia de que la creación de arcilla está oculta en algún rincón de la sinagoga de Staranova. Existe un Golem anterior con manufactura española y de sexo femenino creado por el rabino nacido en Málaga, Salomón ibn Gabinol con funciones de sirvienta y otro creado por los hijos de Jacob aunque el femenino obedecía más a la mecánica que a la magia

 Autómatas y Robots

 R.U.R son las siglas de Robots Universales Rossum pertenecientes a la obra de teatro creada por Karel Capec estrenada en 1921 “R.U,R: La fábrica de absoluto” y donde aparece por primera vez la palabra robot ( derivada de la palabra checa robota, trabajo).  El creador confiere a los robots la facultad de tomar decisiones y de comportarse como personas.

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Finalmente, tras giros  en la trama, los robots declaran la guerra a la humanidad. Con esta temática  encontramos otras obras como “Sueñan los androides con ovejas eléctrica” o “El hombre bicentenario,” en esta ocasión sin tan fatales consecuencias, ambas  de Isaac Asimov, creador de las 3 leyes de la robótica:

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.

 Con estas leyes, Asimov quería superar el complejo de Frankenstein por el cual los hombres siempre temen que los robots tarde o temprano se rebelen contra los hombres. Estas leyes aparecerán en varias de sus obras y en las obras de otros autores que tratan el universo Asimov, así como en otros géneros literarios. E.T.A Hoffman creó una de las obras más antiguas sobre autómatas, “El hombre de arena” encuadrada en el género de terror gótico que fue escrita en 1817 donde un estudiante, Nathanaël, se enamora de una autómata, Olympia, creyendo que es un ser real y enloqueciendo cuando descubre la verdad.

Más actuales son obras cinematográficas como Inteligencia Artificial (Steven Spielber), Fantasía (Estudios Disney), Yo robot ( Alex Proyas, basado en el libro de Asimov de igual título), o The Terminators de (Xavier S. Puslowsk) entre otras muchas  y clásicos de la literatura infantil: Pinocho y El ruiseñor de H.C. Ándersen

En todas ellas hay una reflexión sobre la evolución que las creaciones toman y las consecuencias que estos desarrollos ocasionan al hombre. Un reflejo del propio hombre fuera del hombre, un espejo en el que mirarse y una oportunidad para el cambio de rumbo.

 Los alquimistas

sonia 4Paracelso (Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim) nació en 1493 en Einsiedeln (Suiza) . En De Natura Rerum (1537) resume su método para crear homúnculos a partir de semen putrefacto rodeado de estiércol y que habrá que tenerse enterrado durante 40 días. Entre los alquimistas musulmanes la creación de vida artificial se conoce como  takwin. También en la obra del alquimista Rosenkreutz  aparece el concepto de homúnculo. Posteriormente, aparece de nuevo el término en los debates sobre concepción. En 1694, debido a los rudimentarios microscopios, los espermatozoides daban una imagen parecida al de un hombre pequeño, de ahí que se siguiera con la idea de que en el semen había un hombre pequeño que se introducía en la mujer para que se desarrollara.

Frankenstein o el moderno Prometeo

 Con este título Mary Shelly escribía su obra sobre una criatura creada a partir de restos de cadáveres y que publicó en  1818. La novela narra la historia de un ser diseñado por  Víctor Frankenstein, científico obsesionado por las teorías de la creación humana. Tras cobrar vida, la criatura escapa y años después acaba por casualidad con la vida del hermano de su creador, William e indirectamente con la de una sirvienta de la casa que es acusada del asesinato. Tiempo después Víctor se encuentra de nuevo con el monstruo que le relata cómo ha ido aprendiendo a hablar, a trabajar y que se siente solo. Le convence para que cree a una compañera y aunque en un principio accede, rehúsa finalmente, sufriendo la venganza del monstruo que matará a la esposa de Víctor. El monstruo termina matando a su creador y suicidándose después.

 En esta obra del terror gótico, aparece de nuevo la desenfrenada necesidad del hombre por crear vida y el castigo que le es infligido por ello. La muerte y la destrucción acompañan otra vez a la criatura y al creador.

 Ciencia

En la actualidad no son pocos los debates sobre genética que ponen freno a la creación de un ser humano de forma artificial. La clonación se ha llevado a cabo en animales y  aquellos que promulgan un nuevo amanecer para la ciencia y para la curación de enfermedades, ven en ella la solución a muchos males que acucian al cuerpo físico del hombre. Sin embargo, cabe la duda en pensar si esto que en un principio, ajenos a los debates teológicos sobre la creación, supondría el remedio para muchas enfermedades, no terminaría siendo una máquina de crear personas en serie, a la carta, descartando la variedad natural que nos caracteriza y primando solo a unos individuos sobre otros al más clásico estilo Huxley, ¿Qué status social o legal tendría un clon? ¿Qué supondría para el concepto familia el hecho de que no haya un padre o una madre biológicos?.

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Más allá de la creación de personas clonadas, aún resta poner en tela de juicio y debate las posibilidades de la genómica sintética.

 El virólogo Eckard Wimmer, consiguió sintetizar el virus de la polio en 2002. Entre 1995 y 2005 se consiguió sintetizar el virus de la gripe de 1918, que provocó la pandemia más devastadora de la historia de la humanidad con casi 100 millones de muertos en un año. El paso de modificar cualquiera de estos virus y bacterias con otros produciendo una mueva bacteria o virus aún más mortífero es el campo de los bioterroristas.

 Conclusión

 La leyenda, el cuento, el relato, la historia ficticia aparece aquí con un criterio moralizante, una manera de trasmitir la idea de bien y mal, de consecuencia de las acciones, de límites. Quizá pueda parecernos anacrónico este criterio, pero no lo es tanto si pensamos en ello detenidamente. ¿Qué supone para la sociedad la robotización del mercado laboral por ejemplo? ¿Estamos ante políticas que realmente reabsorban a todos aquellos que son sustituidos por equipos automatizados? ¿En qué afecta a las brechas sociales, a las dualizaciones del mercado laboral? ¿Quiénes podrían clonarse y qué supone para la especie humana la selección de prototipos? ¿Qué supone para el parentesco o la idea de familia consanguínea? ¿A quién se le permite tener descendencia por clonación y qué relación tendría esto con la legalidad sobre la descendencia en parejas del mismo sexo?

 El progreso toma tiempos tan acelerados que deja atrás las disquisiciones sobre el mismo, así como los marcos legales, sociales, científicos, éticos, religiosos, económicos o políticos. Es posible, que ese criterio moralizante merezca un poco de atención y sepamos hacia dónde vamos antes de llegar allí.

 Sonia Hidalgo

Bibliografía

MEUNIER, Mario. Mitología Nórdica. Terramar Ediciones (2006)

GRAVES, Robert. Los mitos griegos. Religión y mitología. Ediciones Alianza Madrid(1996).

IDEL, Moshe. Golem: Tradiciones mágicas y místicas. Ediciones Siruela. Madrid (2008)

GEBELEIN, Helmut. Los secretos de la alquimia. Editorial  Robinbook. Barcelona (2007)

CAREL, Kapec .RUR, la fábrica de absoluto. Ediciones Minotauro . Madrid (2003)

ANDERSEN, H. Christian. El ruiseñor y otros cuentos. Ed. Alfaguara infantil (2011)

PULIDO, G.(2012) Vida artificial y literatura:Mito Leyendas y ciencia en el Frankenstein de Mary Shelly. Revista de estudios filosóficos (23)

 

Webgrafía

http://www.lightforcenetwork.com/sites/default/files/Homunculus.pdf

http://www.protestantedigital.com/ES/Magacin/articulo/1880/Vida-artificial-bioterrorismo-y-aspectos-eticos

http://seronoser.free.fr/golem/

http://hilobrow.com/2013/11/07/sci-fi-100/

http://stories.czechtourism.com/upImgs/golem_l_0003.jpg

http://bilinkis.com/wp-content/uploads/2011/11/Ojo-creador.jpg

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