La música ha sido ampliamente estudiada por su capacidad para curar, incide tanto en los estados físicos y emocionales, favorece el bienestar y como forma de hacer frente a la vida cotidiana. Aporta positividad, serenidad, tranquilidad… Es capaz de reducir el stress y la ansiedad, aliviar el dolor y mejorar la concentración, entre otros muchos beneficios. Además, ayuda a mantener los vínculos, la interacción humana y la cohesión social a través de la comunicación de emociones. Constituye un tipo de lenguaje cultural, de ahí su importancia para los seres humanos.
En este sentido, aunque ya hay estudios previos, la Ciencia vuelve a aportar su granito de arena, en cuanto al Heavy metal, género musical ampliamente denostado.
De todos los estilos de música que existen: la Clásica, Pop, Rock,… igual es el Heavy metal el que más incomprensión ha desarrollado desde que despego allí por los años 60, bien por la estética, las letras,… y no solo la música como tal, sino también quien la toca y sobre todo los miles de seguidores que tiene.
Las primeras muestras del Heavy metal surgieron de la zona de Birmingham y alrededores, en el Reino Unido a finales de los sesenta con grupos como Led Zeppelin y Black Sabbath, dándole a los estándares del blues un enfoque no muy común, creando una nueva música basada en las escalas y arreglos del blues.
Sobre el origen del término no hay un consenso y se atribuye a diferentes momentos. Uno de ellos habla de la novela de 1962 “The Soft Machine” del escritor William S. Burroughs, donde aparece el personaje Uranian Willy, el chico “heavy metal” y que lo convierte en una metáfora de las drogas adictivas.
Otra de las teorías atribuye el termino al manager, productor y compositor, Sandy Pearlman. Incluso, hay una que señala a un crítico de rock quien dijo que la música de Jimi Hendrix era “like heavy metal falling from the sky” (como metal pesado cayendo del cielo)
Independientemente del origen, el término fue rápidamente usado por diferentes bandas ya conocidas añadiendo distorsión y amplificación para conseguir sonidos más agresivos.
El Heavy metal como género musical tiene una composición musical compleja y especifica que se distingue por el uso de la guitarra eléctrica distorsionada, los tonos fuertes y graves del bajo y la batería, matiz fuerte en los instrumentos e incluso la voz.
Sus letras abordan temas tabúes en la sociedad como la crítica social, la oposición contra el sistema y la autoridad, la muerte, la injusticia, etc. Se asocia con estereotipos negativos como, el sexismo, la violencia, con baja autoestima e incluso con trastornos como la depresión, la ansiedad y la ira.
Ha sido considerada insana, incitadora del suicidio, diabólica y amoral, rasgos clave del éxito del género musical al asociar su estética con la violencia radical y la transgresión, aunque no se haya reflejado en los hechos.
Ha servido de chivo expiatorio social de crímenes violentos, aunque diferentes estudios hayan descartado que alguien pudiera convertirse en un asesino en serie.
Paradójicamente, nadie ha tenido que defender de estas acusaciones a los Beach Boys o a los Beatles, grupos con los que tuvo contacto Charles Manson y que estaban entre sus preferidos.
El heavy metal es más que un género musical, es una filosofía de vida con una serie de valores asociados a la música. También se asocia con el virtuosismo musical.
Los gustos musicales son personales y variados y a veces el tipo de música va a depender del estado de ánimo de las personas. En el caso del metal, su “historia” ha llevado a muchos errores y en las últimas décadas diferentes estudios han ido desmontando su mala fama.
Descartar ideas preconcebidas de que sus seguidores son más violentos, sufren lesiones cerebrales o son más propensos a autolesionarse como decían las leyendas urbanas de los años 80 y 90 del S.XX, son el objetivo de los estudios realizados, sobre todo, en las últimas décadas.
Desde aspectos físicos como la disminución de la presión arterial y el ritmo cardíaco, su efecto sobre el cortisol, la hormona asociada al stress, aumento de la esperanza de vida, este género musical ha contribuido a otros aspectos. De hecho, se han hecho importantes descubrimientos con respecto a la salud mental.
Algunas de las investigaciones llevadas a cabo son:
Un estudio realizado en 2009 “Metal Music and Mental Health in France” publicado en Culture Medicine and Psychiatry, expone que “en general, los fanáticos de la música metal tienen niveles de ansiedad y depresión similares e inferiores a los niveles de la población general. Fueron menos del 5% de los fanáticos de la música metal encuestados mostraron síntomas patológicos… Este estudio sugiere que los opositores de la música metal deberían volver a examinar la base de sus críticas”
Este estudio también sugiere qué al reflexionar sobre la muerte, tema recurrente en las canciones, puede hacer que los metaleros sean menos propensos a la ansiedad y la depresión en la vida real, cuando se enfrentan a realidades en las que otros podrían haber olvidado pensar, por lo que pueden ser buenos para la psique de los oyentes.
Otro ejemplo fue un artículo publicado en 2014 en Journal of Medical Humanities por Charley Baker y Brian Brown. Aquí se revisa las tendencias en la literatura y analiza las canciones de Slipknot, una banda de Iowa, conocida por su estética. El contenido lírico dramático y los cambios en la dinámica musical son precisamente lo que los adolescentes reportan como las características que reducen el stress en este género.
También los efectos psicológicos del metal apuntan a la solidaridad al experimentar y expresar emociones fuertes, que hace que los oyentes del metal se sientan acompañados.
En 2015 Leah Sharman y Genevieve Dingle de la Universidad de Queensland en Australia intentaron encontrar señales de aumento de ira y de frustración al escuchar metal. Pero encontraron todo lo contrario, las personas que formaban parte del estudio se calmaron y procesaron la ira de forma saludable por lo que concluyeron que esta música regula la tristeza y potencia las emociones positivas. El estudio fue publicado en Frontiers in Human Neuroscience.
En palabras de Liam Frost-Camilleri, Profesor de la Universidad de la Federación de Australia y organizador del Beyond Black, un concierto caritativo a favor de Beyondblue, organización que trabaja con problemas asociados a la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales, estos problemas son temas recurrentes, al igual que el ambiente entre los músicos, lo que conforma un entorno amigable para hablar de salud mental. Al escuchar las canciones, muchas personas se sienten comprendidas y se atreven a hablar de temas qué de otra forma, no se atreverían.
En un estudio realizado por Paula Rowe y Bernard Guerin, publicado en Journal of Community Psychology se ponía de manifiesto que los jóvenes que intervinieron en el estudio fueron marginados o intimidados en la escuela se vieron de alguna manera protegidos por la comunidad.
El profesor Nico Voelcker de la Universidad del Sur de Australia, ha concluido que, escuchando metal, en concreto la canción “Thunderstruck” de AC/DC aumenta la eficacia del tratamiento de quimioterapia en enfermos con cáncer. En concreto ayuda a mejorar el proceso y los efectos de esta, lo que se suma a los beneficios de la música en la salud.
A la vista de estos y de otros muchos estudios realizados podemos decir que la música metal:
- Ayuda a tener una mayor capacidad de abstracción
- Aliviar tensiones y relajarse más fácilmente
- Contribuye a procesar emociones como el miedo, la tristeza, resentimiento y dolor aun cuando están presentes a nivel subconsciente
- Disminuye las sensaciones anímicas negativas, depresión…
- Construye identidades y comunidades fuertes y sostenidas
- Te hace estar abierto a nuevas experiencias y explorar cosas nuevas
- Promueve el pensamiento crítico y científico planteando afirmaciones como que “escuchar ciertos géneros de música está asociado con el pensamiento violento”
Esto se puede hacer viendo las acusaciones de violencia que involucraron a artistas de fama mundial como Cradle of Filth, Ozzy Osbourne y Marilyn Manson, los estudiantes pueden involucrarse y explorar falacias lógicas o sesgos de pensamiento.
Incluso se ha visto que fomenta la lectura. El heavy es una enorme fuente de lecturas en forma de revistas, libros, webs especializadas. Muchas de las bandas basan sus letras en literatura o en hechos de la Historia, como Iron Maiden con canciones como “Genghis Kan”, “Sign of the Cross” o “The Wicker man”.
La gente que escucha heavy metal es gente creativa, cómodos consigo mismos e introvertidos, cualidades encontradas en oyentes de música clásica. Existen fuentes documentadas de que ambos oyentes comparten rasgos de personalidad como las mencionadas anteriormente. Además, en los estudios realizados por el profesor Adrian North de la Universidad de Heriot-Wattr y del psicólogo Viren Swami de la Universidad de Westmister, tanto unos oyentes como otros tienen la mente más abierta y singular. Ambos son muy teatrales en sus actuaciones empleando vestuario, puesta en escena y, sobre todo, una enorme dinámica. Es decir, comparten un amor por lo grandioso.
A la vista de las últimas investigaciones y estudios, observamos que toda la carga negativa con la que se ha relacionado al metal debería de ser revisada nuevamente. Las investigaciones realizadas en el pasado nunca fueron favorables a este género musical. Los medios de comunicación y sobre todo la medicina psiquiatrica ayudaron a ello.
Es hora de poner en su sitio al heavy metal.
Referencias
Rodríguez-Hernández, G., Favila Figueroa, A., Juárez-Lugo, C.S. “Patrones de actividad eléctrica cerebral en escuchas y no escuchas de heavy metal y evaluación subjetiva simultanea” 2018 Cuadernos de Neuropsicología / Panamerican Journal of Neuropsychology, vol. 12, núm. 2, Centro de Estudios Academicos en Neuropsicología
“Si, escuchar metal puede beneficiar tu salud mental” Psychcentral.com/health/benefits-of-listening-to-metal-music
Neurosciencenews.com/heavy-metal-health-14642
“Beneficios de escuchar heavy metal para tu salud física y mental” www.muyinteresante.com.mx
www.discorock.com/historia-del-rock/heavy-metal
“Influencias y comienzos del heavy metal” http://platea.pntic.mec.es
Swami, V., Malpass, F., Harvard, D., Benford, K., Costescu, A., Sofitiki, S., Taylor, D. (2013) “Metaleros: La influencia de la personalidad y las diferencias individuales en la preferencia por el heavy metal” Psicología de la estética, la creatividad y las artes, Vol.7(4), 377-383
“La música heavy metal combate emociones como la depresión y la ira” abc.net.au/news/study-finds-heavy-metal-reduces-ira-depresion/6571820
Recours, R., Aussaguel, F., Trujillo, N. (2009) “ Metal Music and Mental Health in France” Cultural Case Study. Cult Med Psychiatry 33 (3); 473-88
Rowe, P., Guerin, B. (2018) “Contextualizing the mental health of metal youth: A community for social protection, identity and musical empowerment” Journal of Community Psychology, 46(6)
Dingle, G.A., Sharman, L. (2015) “Extreme Metal Music and Anger Processing” Frontiers in Human Neuroscience 9
Baker, C., Brown, B. (2014) “Suicide, Self-Harm and Survival Strategies in contemporary Heavy Metal Music: A Cultural and Literary analysis” J Med Humanit. Doi 10.1007/s10912-014-9274-8
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