Quien no se ha quedado atónito al ver en las ultimas semanas el caso de “El pequeño Nicolás” en todos los medios de comunicación. Pero hay que aclarar que esto ni es nuevo ni ha ocurrido pocas veces. Quisiera recopilar varias de las suplantaciones más famosas. Algunos de ellos lo hacen para delinquir, otros para alcanzar posiciones que con sus antecedentes o ramas genealógicas les seria imposible ocupar. Otros simplemente para llamar la atención. Desde luego son historias muy curiosas.
Ferdinand Waldo Demara. (1921-1982). Tras intentar ingresar a las ordenes monásticas y fracasar, se incorporo al Ejercito de EEUU en 1941 bajo el falso nombre de Anthony Ignolia. Después, tras otro fallido intento de ingresar en un monasterio se alistó en la Armada, donde al no conseguir el puesto que buscaba fingió un suicidio. Tras ello y bajo el nombre de Robert Linton French ejerció como psicólogo y profesor. Fue descubierto y llevado a prisión. Pero aun así, al recuperar su libertad volvió a las andadas y se le reconocen profesiones de abogado, cuidador infantil, editor, ingeniero, cirujano, guardián de prisión… Su extraña vida fue relatada en la novela El gran impostor, de 1960 y llevada al cine en 1961.
Raphael Golb. Se hizo con la identidad de varios compañeros académicos de su padre para que una teoría de este último fuese validada y reforzada. Solo consiguió estar 6 meses en prisión.
Frédéric Bourdin. Apodado como el camaleón asegura haber suplantado cerca de 500 identidades desde niño. En 1997 tras intentar suplantar la identidad de un adolescente desaparecido fue descubierto, aunque posteriormente volvió a repetir porque según él solo buscaba amor y afecto, lo que nunca recibió de niño.
Arthur Orton. En 1854 el inglés Roger Charles Doughty Tichborne, heredero de una rica familia desapareció en un naufragio. Lady Tichborne, su madre, intento buscarlo, no aceptaba su muerte. Arthur Orton, escribió a la anciana en un intento de estafa y se cito para una entrevista con ella. A pesar de diversas contradicciones en su charla, Lady Tichborne lo acepto como su hijo desaparecido, asignándole una pensión vitalicia de mil libras anuales. Finalmente otros miembros de la familia lo llevaron a juicio y fue sentenciado a trabajos forzados.
Víctor lustig. En 1925 se hizo pasar por una persona del gobierno de Francia y dijo que el mantenimiento de la torre era tan caro que no se podía mantener y que querían vender el metal de la torre. Vendió la torre Eiffel y tomo un tren a Viena con una maleta llena de efectivo. el comprador se sintió tan humillado que no lo denunció.
Jean Claude Romand. Conocido por asesinar en 1993 a esposa e hijos tras no poder ocultar mas su engaño, mantenido por 18 años. Fingía ser medico de la Organización Mundial de la Salud, aunque en realidad ni trabajaba, sobrevivía del dinero estafado a allegados incluso vendiéndoles medicamentos falsos contra el cáncer.
Martin Guerre. En 1539, contrajeron matrimonio Martin Guerre, campesino de unos 14 años, y Bertrande de Rols de similar edad. Tuvieron un hijo y su vida fue normal hasta 1548, cuando Martin fue acusado de robar y desaparecio. En 1556 aparecio en el pueblo un hombre que dijo ser Martin Guerre. Su mujer lo dio como bueno. Martin reclamó la herencia de su padre, pero se sospechaba que este “Martin” era un impostor. Quisieron enjuiciarlo, pero el respalde de Bertrande lo impedia. Hasta que apareció el verdadero Martin Guerre. Su suplantador fue ejecutado en la horca.
Barbora Skrlova. Republica Checa. Robó la identidad de varios niños y niñas de hasta 13 años de edad, asistiendo a clases y engañando a maestros y amigos de las victimas. Las autoridades lo achacan a un desorden mental.
La princesa Caraboo. En 1817 un clérigo de Almondsbury, Inglaterra, recibió una visita a medianoche. Era una chica andrajosa que no hablaba inglés. Éste y su esposa intentaron comunicarse con ella. La joven les dijo que se llamaba Caraboo y era una princesa del Lejano Oriente secuestrada por los piratas. Había logrado escapar y mendigaba para sobrevivir. Finalmente fue reconocida y confesó la verdad. Originaria de Devon, Inglaterra, había huido de su hogar y estuvo casada con un hombre del que aprendió un poco de árabe y malayo. Cuando éste la dejó, se dio a la vagancia y construyó su falsa identidad.
Abraham Abdallah. Con un ordenador publico y una lista de los mas ricos del país consiguió suplantar a muchos de ellos. Obtuvo datos personales como numero de seguridad social que le permitieron acceder a los sistemas de créditos de sus victimas.
David Hampton. Tras robar la agenda de un compañero de universidad visito a todos los contactos adinerados que pudo encontrar en ella, ya que era la agenda del hijo de un famoso actor. Tras ser descubierto paso casi dos años encerrado. Su caso se representa en la película “Seis grados de separación”.
Anna Anderson. La gran duquesa Anastasia, nacida en 1901 fue detenida junto a su familia cuando estalló la Revolución Rusa y decidieron ejecutarlos la noche del 17 de julio de 1918. Pero según un rumor Anastasia quedo herida pero no muerta y fue rescatada. En 1920 una mujer llamada Anna Tchaikovsky Anderson intentó suicidarse en Berlín y fue internada en una clínica, donde afirmó ser Anastasia, la hija de los zares. Incluso la abuela paterna de la duquesa la reconoció como su nieta. Anna Anderson murió en 1983, y a finales de esa década, mediante un análisis de ADN, se comprobó que Anderson era la polaca Franziska Schanzkowska.
Li Ming. Ahogado por una deuda en su tarjeta de crédito, fingió su propia muerte.
Christine Collins. En 1928 el niño Walter Collins fue dado por desaparecido mientras su madre Christine trabajaba horas extras. Esta acudió al Departamento de Policía. A los pocos días informaron a la madre que el pequeño había aparecido. Pero Christine se encontró con un niño que no era su hijo. Las autoridades la ignoraron y la dieron por loca hasta ser ingresada. Finalmente el niño impostor se descubrió y dijo: “No soy Walter Collins. Lo dije porque quería estar en las películas de Hollywood“. El destino del verdadero Walter nunca se supo.
Wendy Brown. Con 33 años suplantó la identidad de su hija de 15 años que vivía con su abuela para asi ingresar en el instituto y cumplir su sueño de apuntarse al equipo de animadoras, sueño que no puedo cumplir al quedarse embarazada de adolescente. Su sueño la llevo a un año de prisión.
Alicia Esteve. Más conocida como Tania Head, esta española llego a New York en 2002. Aseguro que había estado inconsciente durante 5 meses tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Su dramática historia le llevaron a altos cargos de las asociaciones de las victimas del 11-S. En 2007 fue descubierta su verdadera identidad
Gerald Barnes. Su sueño ser médico, pero sin ir a la universidad ni estudiar medicina. Así robo la identidad de varios doctores verdaderos. Cada vez que ha sido “pillado” y devuelto a la libertad lo ha vuelto a hacer.
Frank Abagnale. Fue un falsificador de cheques e impostor durante cinco años en la década de 1960. Actualmente dirige Abagnale and Associates, una compañía financiera de consultas de fraudes.
José Manuel Quintía Barreiros. Español que se hacía pasar por alto mando militar para estafar a empresarios a quienes prometía jugosos negocios con el Ministerio de Defensa de España, pero que luego de obtener un adelanto de dinero desaparecía. Consiguió un botín de 1.300 millones de las antiguas pesetas españolas.
Enric Marco. Representante de las victimas españolas del nazismo, paso 30 años contando su historia como victima, hasta que en 2005 fue descubierto por un historiador. Reconoció que solo lo hacia por acaparar la atención.
Claude Khazizian. Francés y jubilado, simuló ser embajador de Armenia para colarse en multitud de conferencias, recepciones y eventos internacionales y codearse con grandes mandatarios y hasta con la realeza.
Referencias
http://marcianosmx.com/impostores-celebres-en-la-historia/
http://informe21.com/actualidad/cual-historia-pelicula-suplantacion-identidad-hermano-bueno-malo
http://www.10puntos.com/impostores-grandes-historia/
http://actualidad.rt.com/sociedad/view/114020-famosos-impostores-todos-tiempos
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