Es el nacionalismo es el que engendra naciones y no al contrario. Ernest Gellner
Los acontecimientos que se están sucediendo desde el 8 de julio ,en el que empezó la enésima ofensiva de Israel contra los territorios palestinos con el nombre de Margen Protector, no hace más que traer al frente el conflicto que con la creación del estado de Israel de 15 de mayo de 1948 se mantiene entre israelíes y palestinos.
Los acontecimientos históricos son conocidos, y las consecuencias que a día de hoy tienen y han tenido sobre la población israelí y palestina también. Podemos leerlo en artículos más especializados sobre la evolución histórica del conflicto, pero en esta ocasión, intentaré hacer un análisis personal sobre otros matices del conflicto que creo interesantes.
Es evidente que el territorio que en un principio tenía el recién creado estado de Israel y el de Palestina, dista mucho del que podemos observar en la actualidad. Poco a poco, mediante diferentes medidas de colonización-ocupación-desplazamiento de población-asesinatos en masa, el territorio que ocupa la población palestina ha sido reducido y fragmentado. En la pretensión de la creación de un estado (exclusivamente) judío, la “limpieza” del territorio escondida tras las palabras Estado de Israel, se ha valido de diferentes excusas que nos ha llevado a la situación actual, en la que en una pequeña porción de territorio se convierte en una suerte de ratonera a una población que no encuentra dónde esconderse del ataque de la fuerza israelí.
Israel dice defenderse de los ataques de Hamas, pero al hacerlo, se asegura de reducir la población palestina y de dejar sin recursos e infraestructuras a los que sobreviven ¿Por qué se bombardean objetivos civiles, fábricas, industrias, infraestructuras, al tiempo que se bloquea la salida y entrada de productos básicos mediante un bloqueo que se lleva a cabo desde 2007? Israel aprovecha los conflictos periódicos en los que ataca los territorios palestinos para acelerar el declive de Palestina, que por otro lado, tiene un continuo arañar con los colonos judíos.
La población palestina, no solo sufre los bombardeos en periodos puntuales a modo de castigo. Sufre un continuo estrangulamiento que cierra los conductos por donde una población respira y sobrevive con el fin de eliminar, finalmente, la población palestina de los territorios que considera legítimamente propios. Sin embargo, no podemos dejar de pensar que deben existir voces que no estén de acuerdo con esta política de exterminio dentro del propio Israel y ciertamente así es.
La fundación del Estado de Israel le debe mucho a las consignas de un movimiento político que aparece a finales del siglo XIX del que fueron precursores los rabinos Tzvi Kalischer y Lehudá Alkalai, junto al filósofo Moisés Hess, Theodor Herzl, publica “El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía”, y crea la Organización sionista internacional. Esta organización de carácter laico, tenía como objetivos principales devolver al pueblo judío su estatus de nación poniendo fin a la vida en el exilio. Otros objetivos eran, la independencia y soberanía del pueblo hebreo, y la centralidad de Israel en la identidad judía. A lo largo de su historia, ha tenido distintas subdivisiones pudiendo encontrar desde el sionismo socialista, hasta el sionismo religioso cuyo ideal podemos resumir en esta frase “»El Pueblo de Israel, en la Tierra de Israel, según la Torah de Israel».[1] O el sionismo espiritual, que explicaba que la Tierra de Israel, llegaría a ser el centro espiritual, sólo cuando los judíos sean la mayoría de los habitantes y la mayoría de las tierras estén en su poder[2].
En Antropología Política, el nacionalismo es un tema de estudio entre los que destacan autores como Ernest Gellner con su obra Naciones y Nacionalismos. En Thought and Change, expone una de las pocas teorías originales sobre nacionalismos, insistiendo que se trata de un producto de la modernización, que precisa de culturas escritas para crear sociedades homogéneas. Se trata de una necesidad sociológica en el mundo moderno. Anteriormente, los gobernantes no veían la homogeneización cultural como algo necesario sobre los que gobernaban, pero la sociedad moderna ha pasado a una clase de trabajo de tipo técnico y el hombre que opera con una máquina debe aprender en un entorno de homogeneidad cultural, con una comunicación más impersonal y con alto grado de estandarización cultural. Gellner apunta que el nacionalismo es una necesidad con raíces profundas en la psicología humana, aunque se base en riquezas culturales heredadas históricamente, se caracteriza por la búsqueda de riqueza y crecimiento económico, innovación tecnológica, alfabetización generalizada y sistema educativo global avalado por el estado. En el caso que nos ocupa, no debemos olvidar que el pueblo judío no es un concepto étnico homogéneo, aunque tengan elementos comunes como el idioma o la religión, sus costumbres, prácticas sociales, tradiciones, no son iguales. No debemos pensar que el sionismo no se enfrenta a fisuras, tensiones y disputas dentro del estado de Israel.
La población judía que habita Israel no es homogénea. Las diferentes oleadas de inmigrantes que fueron llegando desde todas las partes del mundo a la Tierra Prometida, eran descendientes de las diferentes tribus que un día marcharon en la diáspora. Herbert Lewis analizó cómo Israel partió de un alto grado de homogeneización al menos en lo ideológico y poco a poco se fue fracturando en múltiples etnicidades. Desde 1880, los inmigrantes sionistas, fueron asentándose en Palestina provenientes de distintos puntos del mundo. En los primeros años, provenían de Europa oriental y central, posteriormente, con la Ley del Retorno de 1950, fueron en su mayoría provenientes de Asia y África, puesto que la población judía europea había sido diezmada en el Holocausto. Por supuesto, no es difícil imaginar que los ideales de estos inmigrantes judíos no tenían las mismas bases. La idea era que con el tiempo, todas estas diferencias de culturas folk, nacionalismos y tribalismos, fueran desapareciendo en pos de la modernidad creando una homogeneización cultural. Así lo expresó el ministro David Ben-Gurion “dentro del Estado las diferencias entre diversos tipos de judíos se borrarán con el paso del tiempo, las comunidades y tribus, tarde o temprano, se fundirán en una sola identidad nacional y cultural,”[3]. Pero no sucedió así.
Diferentes idiomas, costumbres de los lugares de origen, instrucción, conocimientos técnicos etcétera, hacían de esa homogeneización una misión imposible, las políticas de absorción fueron un fracaso. Coincidiendo con el cambio de paradigma sobre los objetivos de la homogeneización cultural de la teoría de la modernización, el Estado de Israel terminó por aceptar la heterogeneidad multicultural. Esto no significa que no se haya mantenido esa diferenciación entre un Israel dominante de origen euroamericano y uno subordinado afroasiático. Las tensiones internas están ahí, no desaparecen y son fomentadas por la separación étnica por barrios y aldeas entre otras medidas discriminatorias.
Ante una grieta interna, la mejor solución es una unidad externa. Al margen de estos conflictos internos, existen ideas que fortalecen la unidad. Unidad del pueblo judío, legitimidad del Estado de Israel y el hebreo como lengua nacional. Ante la fragmentación de las etnias judías, se fortalece un unificador nacionalismo israelí. El movimiento sionista tiene la necesidad de crear un continuo miedo de Israel a un ataque externo para consolidar su propia unidad (evidentemente el peligro existe pero más como reacciones de defensa en la gran mayoría de los casos).Sus objetivos de unidad pueden verse llevados a un segundo plano ante las propias tensiones y reclamos étnicos internos. Los intereses económicos y estratégicos que la comunidad internacional tienen en Israel, se verían perjudicados si se cambia de rumbo, y por lo tanto, no es de extrañar que ésta pronuncie vagos discursos en contra de las actuaciones israelíes en los territorios palestinos. Por supuesto, el etnocentrismo no podía faltar, algo que promueven con fervor.
Por un lado, el movimiento sionista consigue su ideal de un estado judío, por otro, la comunidad consigue un enclave estratégico en oriente medio, y por último se consigue el exterminio de una comunidad humana en pos de intereses comerciales, económicos, políticos, estratégicos, expansionistas.
Retomando el tema inicial, en esta ocasión el detonante ha sido la muerte de tres jóvenes judíos y la posterior venganza con la muerte de un joven palestino, pero en realidad se esconde la necesidad de Israel de no permitir una unión entre Hamas y Al Fatah que empieza a tomar cuerpo desde abril de este año. Esto supondría una mayor oposición a la expansión del Estado de Israel y por tanto un freno a los intereses antes mencionados.
Sin embargo, también hay voces judías que se oponen a este continuo exterminio de la población palestina. Sirva aquí el caso de Neturei Karta por su relación con el concepto de nacionalismo y territorio, aunque, existen muchas otras que se oponen a la represión de los palestinos sin tener una base religiosa o política en sí. Con este nombre se autodenomina un grupo de judíos ortodoxos en Jerusalén y otras partes del mundo, que niegan la existencia del estado de Israel. Se fundó en Jerusalén en 1938 y se oponen al sionismo al que califican de hereje al crear un estado judío, algo que choca contra los mandatos de la Torah. Aceptan los reclamos palestinos como único y verdadero camino de la Torah a la paz, creen en el principio básico de la Torah que dice que son un pueblo exiliado por decreto divino, que la tierra es de quienes la han habitado allí durante siglos. Se une a las protestas y manifestaciones en todo el mundo por la causa palestina y consideran que el fin de la violencia es completamente irrenunciable. Judíos y palestinos han convivido en paz durante mucho tiempo y puede volver a ser así.
Conclusión
Los intereses que sobrevuelan el territorio que constituye el Estado de Israel y los territorios palestinos, no deberían ser prioritarios en detrimento de la vida humana. Los nacionalismos, las etnicidades, son conceptos cambiantes que se han cobrado demasiadas víctimas a lo largo de la historia. Arjun Appadurai, aventuraba una disolución de los estados-nación al ser sobrepasados por las comunidades transnacionales. De cualquier manera, las antiguas nociones de nación como entidad limitada territorialmente están siendo amenazadas por esos transnacionalismos y mantener el poder por la fuerza nunca ha sido una buena manera de legitimar el poder. Tarde o temprano se vuelve en contra de los que en el pasado usaron ese recurso.
Mi opinión personal sobre el conflicto es que ninguna de las dos partes debería usar a la población palestina como escudos humanos o como blanco de las balas. Permitir el exterminio de una parte de la humanidad por la mano de unos pocos, no es generalizable a personas que se oponen rotundamente a ello y por las que pretenden hablar esos. “Buenos y malos” hay siempre en los dos bandos de un conflicto, esperemos que el sufrimiento causado a unos y a otros, no constituya en el futuro una herida difícil de cerrar en aquellos que respetando la vida del diferente, terminen por asimilar las ideas genocidas de aquellos en contra de los que estaban.
Webgrafía
Neturei Karta international. Jews United Against Zionism
http://www.nkusa.org/index.cfm
El sionismo y su desarrollo. Un movimiento que «Incomoda»
http://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=comunidades&numero=488¬a=488-13
Increíbles declaraciones de un Rabino anti-sionista sobre el Estado de Israel
https://www.youtube.com/watch?v=_MVGuWH3whY
Bibliografía
GELLNER, E. (1989): Cultura, identidad y política. El nacionalismo y los nuevos cambios sociales. Gedisa. Barcelona.
Lewellen, Ted C. Introducción a la Antropología Política. Ediciones Bellaterra. Barcelona.
Imágenes
Henoch Christe-zionisten blog
http://eczp.blogspot.com.es/
Sabotage Times
http://sabotagetimes.com/life/israel-loves-palestine-the-movement/
Israel News HaaretzIsraeli News source
Prensaislámica.com
http://prensaislamica.com/?p=29764
Negra tinta
http://negratinta.com/rabino-mijael-even-david-el-dia-que-me-avergonce-de-ser-judio/
Derrumbando los muros del sistema
http://derrumbandolosmurosdelsistema.blogspot.com.es/2012/02/la-tirania-internacional-el-sionismo-y.html
[1] El sionismo y su desarrollo. Un movimiento que “incomoda”.
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