Esta madrugada en Madrid, mientras unos celebraban los goles de uno de los principales equipos de futbol de la ciudad, otros, una treintena de hombres, se atrincheraban en la azotea del CIE de Aluche.
Estas instalaciones, que parecen cárceles, albergan seres que no han cometido delitos (como es de esperar a quienes están en la cárcel) sino una falta administrativa, en su caso, no contar con los permisos de residencia/estancia necesarios para vivir entre nosotros.
Sin ningún tipo de garantías ni control (los CIES no tienen siquiera reglamentos internos), se encierra a seres humanos, a la espera de ser deportados. Pero según datos del defensor del pueblo de la comunidad de Madrid, poco más del 50% de ellos, logran ser efectivamente expulsados. ¿Entonces? Pues que los CIES además de no ser efectivos como dispositivos de expulsión, apartan, invisibilidad a seres humanos, cuyo único “delito” es ser migrantes.
Además de las denuncias de torturas, malos tratos, en los CIES han muerto personas, cuya custodia estaba a cargo del estado.
Separar a las personas en legales/ilegales, es una barbaridad (propia de bárbaros) somos miembros de una unidad: seres humanos.
«Feliz» Miércoles
Anthropologies
Ningún ser humano es ilegal en este mundo.