Veinte años después de su remodelación, el nudo de Les Glories de Barcelona vuelve a tener la atención del Ajuntament, que ha decidido tirar abajo la ronda aérea, eliminar la plaza y el Bosquet, y de paso hacer una remodelación de un espacio equivalente a unas veinticinco manzanas. Una revolución de cemento que tiene al barrio en vilo desde mediados del 2014, y que incluye el traslado de los Encants, la instalación de diversos centros universitarios, empresas tecnológicas y de comunicación. Y un museo. Tal vez el edificio que más llame la atención entre una heterodoxia declarada, la novedad entre lo nuevo: el Museu del Disseny.
En su espíritu de centralización, el Ajuntament ha decidido reunir varios centros y museos de menor envergadura, aunque tradicionales en la ciudad, en un nuevo concepto de museo por piso, y en la vieja idea de construir ante la menor excusa. De esta manera, lo que eran las colecciones de los Museu de les Arts Decoratives, Museu de Ceràmica, Museu Tèxtil i d’Indumentària y el Gabinet de les Arts Gràfiques, se reúnen desde hace unos pocos meses en el Museu del Diseny. Son unos 70000 objetos reunidos en una idea que era de esperar. Una ciudad que desde tiempos del alcalde Clos apostó por el concepto del diseño, incluso desechando el de contenido, un día u otro tenía que abrir su museo.
El museo está ubicado en el edificio Disseny HUB Barcelona, que tiene una forma que huye de toda descripción, y organizado en cuatro plantas. Desde arriba hacia abajo, es la manera sugerida.
La cuarta planta está dedicada a las artes gráficas, con la exposición Diseño gráfico: de oficio a profesión. En un ambiente de luz reducida, como luego será todo el museo, se exponen carteles, elementos de publicitad variados, bidimensionales y tridimensionales, envases de productos o libros, con la idea de mostrar la evolución del oficio, hasta el concepto de diseñador gráfico.
La tercera planta está consagrada a la muestra El cuerpo vestido; un recorrido por la indumentaria del siglo XVI hasta la actualidad, siguiendo un orden cronológico o por autores. Con la inclusión de algunas perlas de la historia del vestido, la exposición pone su atención en la relación entre el vestido y el cuerpo, que no ha estado siempre la misma a lo largo de los siglos. Es el asombro lo que acontece al observar algunas piezas de vestidos femeninos, que contraían los cuerpos hasta límites imposibles, dejando de manifiesto en esas cuestiones cotidianas la misoginia que dominó los siglos de la llamada civilización. También permite descubrir la extraordinaria riqueza de la colección de vestidos del museo, que contiene desde elementos de la colección Rocamora, hasta de modistas y creadores de los siglos XX y XXI.
Descendiendo hasta la segunda, se encuentra el espacio dedicado a las colecciones de artes decorativas, con piezas de entre los Siglos III y XX. Se muestran de manera integrada objetos de cerámica, tejidos, cristales, mobiliario, relojes y papeles pintados. Son colecciones que no se muestran al público desde hace tiempo, y piezas singulares que han sido recuperadas del olvido. Arte de autor: la cerámica, el cristal, el esmalte y la joya, creaciones con nombre propio, mayoritariamente de artistas catalanes.
Casi finalizando, la primera planta esta dedicada al diseño industrial con la colección Del mundo al museo. El Museu del Disseny es propietario de una colección de diseño formada por unos 2.000 objetos, desde 1930 hasta la actualidad. La exposición propone al público el motivo y la manera como estos objetos han llegado a la categoría de piezas de museo y a ser patrimonio cultural.
Hay un nuevo museo en la ciudad, por espacio, por ideas y por concepto. Las temáticas permanentes y las muestras temporales tienen una vocación de enseñar y de hacer partícipe al visitante del proceso creativo de las diferentes artes que acoge.
http://www.museudeldisseny.cat/es
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