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A lo largo de la historia de la humanidad se han cometido todo tipo de delitos contra los más débiles. En la mayoría de los casos el paraíso se convierte en infierno, para muchas de las personas que habitan en él. Este no es un artículo nuevo, ni original, pero se debe dar a conocer la situación que viven estas personas.

Myanmar o Birmania, como todavía se llama al país, es un país exótico y fascinante. Es disfrutar de un rincón de Asia, que en muchos aspectos no ha cambiado desde su época colonial. En este país se pueden contemplar lugares fascinantes como son las 4.000 stupas sagradas en las llanuras de Bagan, la Roca Dorada que oscila sobre el abismo, pasear en coche de caballos entre mansiones coloniales o conocer a las ancianas chin con elaborados tatuajes en los rostros. Se puede navegar en un viejo barco de vapor por el río Ayeyarwady, contemplar la playa de la bahía de Bengala o recorrer los pinares hasta las minorías tribales de las colinas Shan. Además hay una amplia oferta gastronómica, tomar té, bien al final de las comidas que es típico o tomarlo con leche condensada en algún salón de té. Se puede decir que viajar a Myanmar es retroceder en el tiempo. No hay cajeros automáticos y las conexiones a Internet son muy lentas. Por supuesto los móviles no funcionan. La gente todavía se desplaza en carros con caballos. La población es amable y encantadora, divertida y curiosa con el viajero. Quiere saber sobre el mundo exterior que no conocen ya que el país estuvo cerrado al turismo durante muchos años, y a la vez saber que piensa el viajero sobre su país.

     

Pero esto solo es una visión de lo que es el país en realidad. A lo largo de la historia se han cometido toda clase de delitos contra la humanidad, genocidios, limpiezas étnicas,… bien en forma de guerras mundiales, bien en guerras civiles y en conflictos en diferentes regiones o zonas del mundo. Por lo tanto el tema que quiero tratar, versa sobre eso sobre el conflicto tantas veces tratado o no por los Gobiernos, al que todos quieren buscar una solución, pero desgraciadamente, no la buscan, no dan con ella o simplemente se mira para otro lado, como tantas veces se ha hecho (Los Balcanes, Ruanda…). Mucha gente conocerá la situación que se está viviendo en este país, pero posiblemente otra mucha gente no sepa nada.

Los protagonistas en este caso, son una pequeña población, un pequeño grupo étnico, los Rohingyas, no muy conocido. En un país donde la diversidad étnica y cultural es enorme, con 135 grupos étnicos, con sus diferencias culturales, lingüísticas, religiosas… estos representan solo el 5% de la población de aproximadamente 52.885.223 de habitantes que tiene el país. Toda esta riqueza étnica y cultural es también fuente de fuertes conflictos. Estos, junto a los pathay (musulmanes chinos), bashu (musulmanes malayos) y otros seis grupos étnicos fueron eliminados de esa lista, que en un principio era de 144 grupos étnicos. Fue una injusticia basada en el rencor religioso y el prejuicio racial hacia los musulmanes y los pequeños grupos no birmanos, en particular contra los rohingyas, que no son una minoría manejable.

El tema ya es conocido, como he comentado y una historia ampliamente contada a lo largo y ancho del mundo en que vivimos. Pero me ha parecido importante, no solo por la magnitud del problema que conlleva asesinatos, linchamientos, desplazamientos en masa, refugiados en otros países, sino también porque al ser un grupo pequeño de gente, en comparación con los grandes movimientos migratorios desde países africanos, Irak y Siria, se les debe de dar visibilidad,  para que se conozca el drama que están viviendo hombres, mujeres y niños en ese país. En estos momentos sí que están apareciendo noticias sobre los rohingyas en televisión y en la prensa porque la situación está alcanzando niveles de limpieza étnica y de desplazamientos masivos de personas a los países fronterizos, sobre todo a Bangladesh. Esta situación es negada por el Gobierno del país, un gobierno donde además está la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. La reticencia de Suu Kyi a abordar la violencia empleada por el Ejército birmano contra esta minoría musulmana y tildada por la ONU de limpieza étnica, ha recibido duras criticas en las últimas semanas por líderes internacionales.

           

Myanmar ha conocido a lo largo de su historia, varios Reinos, República, Dictaduras militares,… Las guerras civiles han sido constantes en el panorama socio-político desde su independencia del Estado Britanico en 1948, que buscan predominantemente la autonomía étnica y subnacional. La causa del conflicto es principalmente sobre los derechos de minorías que constituyen el 35% de la población. En relación a esto, desde 2012 ha habido varios conflictos como son: el conflicto Kachin, entre el ejército kachin por la independencia (KIA) y el Gobierno central; una guerra civil entre los musulmanes rohingyas y el Gobierno y los grupos no gubernamentales en el Estado de Arakan; y un conflicto entre las minorías de los Shan, los Lahu y los Karen y el Gobierno, en la mitad este del país.

     

Pero el que nos importa ahora es el conflicto entre los budistas Rakhine y los musulmanes Rohingyas en el norteño estado de Hakhine, que lleva sucediendo desde 2012 como ya hemos dicho. Para el Gobierno de Myanmar, los Rohingyas están entre las minorías no reconocidas en el país, sin embargo, este grupo étnico ha vivido en la actual Myanmar durante siglos. De hecho se puede rastrear su Historia en el país desde el siglo VIII.

Se les niega la ciudadanía, en virtud de la Ley de Nacionalidad de Myanmar de 1982. Los Rohingyas fueron ciudadanos de Myanmar hasta que se promulgo esta ley, con el último régimen dictatorial de Ne Win, y lo que viene a decir esta ley es que la ciudadanía no la determina el lugar de nacimiento si no la nacionalidad de los padres (el principio de ius sanginis). Al negarles la nacionalidad se les restringe la libertad de movimiento, educación, acceso al sistema de salud y no se les permite servir en puestos del Estado o practicar su religión (la mayoría son musulmanes), en una palabra, se convierten en apátridas. Las autoridades del país niegan la existencia de este grupo étnico y se refieren a ellos como “bengalíes” lo que hace de ellos migrantes de Bangladesh a ojos de muchos habitantes y del gobierno del país. No tienen estado, ni les quiere ningún país.

En los últimos años se ha producido en Myanmar un preocupante aumento de la intolerancia religiosa, alimentada a menudo por grupos budistas nacionalistas radicales y dirigida especialmente contra los musulmanes. Las autoridades del país no solo han mostrado una inacción frente a quienes incitan a la discriminación, la hostilidad y la violencia, sino que han intentado introducir nuevas leyes y políticas que discriminarían mas a estas minorías y en especial a los rohingyas, que según las Naciones Unidas son una de las minorías mas perseguidas.

Una de estas leyes es la Ley de Atención a la Salud para el Control de la Población, que establece un intervalo de “espaciamiento de los nacimientos” y que es especialmente alarmante para los rohingyas que en el pasado ya se vieron limitados a no tener más de dos hijos.

         

Toda esta situación ha supuesto la huida en masa de este grupo étnico desde 2012. Según el Servicio de Inmigración Danes, en Myanmar hay aproximadamente unos 750.000 rohingya apátridas en el Estado de Rakhine del Norte. Aproximadamente 28.000 rohingya birmanos están registrados como habitantes en dos campamentos de refugiados en Bangladesh y más de 200.000 rohingya sin registrar viven en los alrededores de ciudades y pueblos fuera de los dos campamentos. Malasia alberga más de 90.000 refugiados y asilados, principalmente en áreas urbanas, el 91% de los cuales son de Myanmar.

     

La Ley de ciudadanía de 1982 viola varios principios fundamentales de las normas internacionales de derecho y atenta contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Deja a los rohingyas expuestos a la ausencia de protección legal de sus derechos y les obliga a vivir en un limbo permanente.

A pesar de las denuncias de que fuerzas de seguridad del Estado habían participado en algunos actos de violencia o no habían protegido a la población de los ataques, no consta que se esté realizando ninguna investigación (pedida por varias ONGs), ni exigiendo responsabilidades a las autoridades pertinentes. Por el contrario, se ha constatado que las autoridades myanmaras han detenido y encarcelado a dirigentes de la comunidad rohingya que han denunciado abusos contra los derechos humanos que están sufriendo. Y organizaciones como Amnistía Internacional siguen recibiendo informes sobre detenciones arbitrarias, tortura y malos tratos o muertes bajo custodia de las fuerzas de seguridad.

En este artículo he querido dar una pequeña pincelada a lo que es un país sumamente complejo, tanto a nivel de la gente que lo habita (grupos étnicos, reconocidos y no reconocidos, familias lingüísticas, religiones…), como de su compleja Historia como país, a la que no he hecho referencia  superficialmente. Mi intención ha sido dar visibilidad al sufrimiento de un pequeño grupo de gente. Y como ya he dicho, es una historia tristemente conocida a lo largo de la humanidad y un tema clásico sobre el que escribir, pero creo que las circunstancias lo merecen.

                   

                                                                                     Amaia Castresana Palma

Referencias

  1. Composition of the Different Ethnic Groups (embassyofmyanmar.be/ABOUT/ethnicgroups.htm)
  2. wikipedia.org/wiki/List_of_ethnic_groups_in_Myanmar
  3. ethnologue.com
  4. wikipedia.org/wiki/Rohingya_people
  5. Mclaughlin, Timothy. Myanmar refugees, including Muslim Rohingya culpace Syrian arrivals in U.S. Restieved 3 September 2017
  6. Mahmood; Wros; Fuller; Leaning (2016) The Rohingya people of Myanmar health, human rights and identity. Lancet: 1-10
  7. ncbi.nim.nih.gov/pubmed/27916235
  8. “Myanmar Buddhists seak tougher action against Rohingya” The Washington Post
  9. “Nobel Peace Prize winner accused of overlooking “ethnic cleansing” in her own country”. The Independent, 9 December 2016.
  10. Declaración Universal de los Derechos Humanos
  11. La Convención de la Reducción de Apatridas de 1961.

 

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