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Anthropologies → La tarde caía y el sol seguía el curso de la naturaleza, dando lugar a una oscura y larga noche propia del mes de diciembre, que para nosotros no sería ninguna cualquiera. Ya desde el aire se empezaba avistar un juego de luces serpenteantes que recorría gran parte de la tierra firme, lo que indicaba
La tarde caía y el sol seguía el curso de la naturaleza, dando lugar a una oscura y larga noche propia del mes de diciembre, que para nosotros no sería ninguna cualquiera. Ya desde el aire se empezaba avistar un juego de luces serpenteantes que recorría gran parte de la tierra firme, lo que indicaba