Anthropologies → Como ya muchos os habréis enterado mediante publicaciones, telediarios y otros medios informativos, el patrimonio cultural y artístico que los Asirios nos habían legado desde su antiquísima cultura esta siendo destruido en la que fue su tierra original. Desde la oportunidad que me da esta revista quiero hacer un breve resumen de quienes eran estas

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Como ya muchos os habréis enterado mediante publicaciones, telediarios y otros medios informativos, el patrimonio cultural y artístico que los Asirios nos habían legado desde su antiquísima cultura esta siendo destruido en la que fue su tierra original.

Desde la oportunidad que me da esta revista quiero hacer un breve resumen de quienes eran estas gentes. Como podemos comprobar, pese a las magnificas obras que nos han dejado como muestra de su grandeza, era un pueblo bastante cruel, tanto con los suyos como con los conquistados.

Entre los años 1800 y 600 a.C. (aproximadamente) se desarrolló en la región de la Antigua Mesopotamia la civilización Asiria, siendo así una de las civilizaciones con más antigüedad del planeta.

Grandes y crueles guerreros eran temidos por ello.

Su principal divinidad, Assur, es la que da nombre a la capital de este imperio, que se encuentra en la ribera del rio Tigris. Según dice la Biblia, los asirios fueron descendientes de Assur, el segundo hijo de Sin y nieto de Noé.

Inicialmente el símbolo de Assur era el árbol de la vida, pues él era el dios de la vida vegetal. Más tarde Asiria se convierte en un imperio militar, y Assur en un dios guerrero y identificado con el Sol. Su símbolo comienza a ser entonces un disco con alas. La diosa principal era Ishtar, diosa del amor, de la guerra y la fecundidad. Se le daban las advocaciones de «Primera entre los dioses», «Señora de los pueblos», y «Reina del cielo y la tierra» entre otras.

En cuanto al arte asirio es considerado como uno de los más detallados y realistas del mundo, cuyos temas artísticos centrales muestran temas de caza donde la grandeza de los reyes asirios, la guerra, y la representación de la tortura brutal y matanzas de los pueblos subyugados es principal. Los asirios, orgullosos de la crueldad y la opresión de sus súbditos, usaron su arte como propaganda para asustarles y obligarles a una sumisión “voluntaria”.

Los asirios fueron el primer imperio en practicar las migraciones forzadas en masa de los pueblos conquistados, creían que los pueblos tendrían menos probabilidades de rebelarse si se les retiraba de sus países de origen y se les reasentaba en otros países con lenguas y culturas muy diferentes a las suyas. Una de estas migraciones forzadas fue la de los judíos de Israel, la historia contada en los textos bíblicos y los textos asirios.

Los más importantes yacimientos arqueológicos que han llegado hasta nuestros días se encuentran en Nínive y en Nimrud.

Nínive, se encuentra en la actual Tell Kuyunjik, en Irak. Fue una ciudad importante, gracias a su templo dedicado a la diosa Ishtar. El rey asirio Senaquerib, fue quien la eligió como capital del Imperio a finales del siglo VII a.C., mandando construir el magnífico palacio del Suroeste, decorado con relieves en piedra. Nínive superó los cien mil habitantes. Otro rey, Asurbanipal fue el responsable de la construcción de otro palacio, donde se encuentra el famoso relieve de la caza de los leones.

La pujanza de Nínive hizo que fuera objeto de la codicia de sus vecinos. A la muerte de Asurbanipal, un combinado de tropas compuesto por medos, escitas y caldeos la arrasaron, en el 612 a.C., siendo saqueados sus palacios y destruidos sus templos, con la prohibición de no levantar allí ningún otro edificio.

Las ruinas de Nínive permanecieron largo tiempo en el olvido, sólo mencionadas por el Antiguo Testamento, hasta que a mediados del siglo XIX Austen H. Layard las redescubrió. Desde entonces ha sido objeto de varias campañas arqueológicas, que han sacado a la luz numerosos restos -la mayoría de los cuales están en el Louvre y el British Museum- y han permitido conocer el elevado nivel cultural que alcanzó esta población.

Nimrud (Kalhu), capital de provincia durante el periodo medio asirio, fue designada en el siglo IX a.C. como capital de Asiria por Assurnasirpa vero 3 l II, función que desempeñó durante los siguientes 150 años. En el año 612 a.C. fue destruida en el curso de una invasión, si bien la parte de la ciudadela continuó siendo habitada.

La ciudad contaba con una muralla de 8 km y un canal que transportaba el agua desde el alto Zab. En su sector SO se ubicaba la ciudadela, complejo que albergaba palacios y templos. Al NO se situaban el zigurat y los templos dedicados a Ninurta, Ishtar y Kimduru. Cerca, al sur del zigurat, se construyó el llamado palacio del Noroeste, cuyo salón del trono debió resultar magnífico, con sus paredes revestidas de bloques de piedra labrados en los que se mostraban escenas de caza, representaciones de dioses o éxitos militares del soberano. Los corredores del palacio estaban protegidos por figuras de leones y toros esculpidas en piedra, a modo de simbólica protección.

En el sector meridional estaban los palacios mandados construir por Shalmaneser III, Tiglath-pileser y Asarhaddon. Hacia el sureste se construyó el templo de Nabu, así como diversas dependencias administrativas. Por último, existía un gran arsenal construido por orden de Shalmaneser III, en el que se guardaban los tesoros del Imperio.

El fin del Imperio Asirio se debe a la gran derrota sufrida por sus últimos reyes contra los medos y los babilonios. Asiria se fue debilitando con tantas guerras y con la amenaza constante de un nuevo pueblo que llegada por el norte: los escitas. Babilonia recuperó su independencia y Ciáxares de la Media (Oriente medio) sitió y destruyó Nínive, la ciudad asiria mas poderosa y odiada por sus enemigos. Asiria resistió las invasiones por tres años más en un reducido territorio con capital en Harrán con merced del apoyo egipcio pero los medos y babilonios acabaron tomando Harrán y poniendo de esta manera punto y final al Imperio Asirio.