Mujeres Del Congo – Del 17 de marzo al 18 de junio

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La exposición Mujeres del Congo que estará expuesta en el Museo Nacional de Antropología hasta el 18 de Junio, narra, a través de sus miradas, las consecuencias que está padeciendo la población a causa del conflicto armado denominado Segunda Guerra del Congo. Y como en la mayor parte de las situaciones, las mujeres se encuentran en una posición aún más desventajosa, ya que sus cuerpos son utilizados para ejercer un violentísimo simbolismo donde las violentas violaciones sistemáticas son su máxima expresión.

El proyecto nace de la colaboración de la fotógrafa española Isabel Muñoz y la periodista congoleña Caddy Adzuba y nos expone, a través de unas impresionantes fotografías y unos pequeños vídeos, una realidad que para muchos es desconocida, aunque forme parte en la actualidad del día a día de un gran número de personas y que, en gran medida, es consecuencia de nuestro tipo de vida moderno.

Contexto

Para contextualizar la situación, es importante destacar la posición de las mujeres en la República Democrática del Congo (RDC), donde representan un 52% de la población (la RDC cuenta con más de 77 millones de habitantes) y tienen un papel determinante como principal activo de la familia y, de esta forma, de la comunidad. Fruto de ello, en muchos casos, las familias son monoparentales y son las mujeres las que cuidan de la prole y generan los lazos de parentesco. Este es un dato determinante para comprender por qué las violaciones se han convertido en un arma simbólica tan importante. Unido a lo anterior, se debe tener en cuenta que a pesar de que en la Constitución se reconoce la paridad de géneros, dicha afirmación no está apoyada en leyes concretas con las que se pueda llegar a este ideal ni con las que combatir la espantosa situación que sufren las mujeres.

La importancia del simbolismo

Otro de los puntos relevantes para comprender las violaciones sistemáticas que llevan más de 10 años ocurriendo es el poder que el simbolismo está tomando en este conflicto. Desde hace unos años, el fenómeno de los “niños brujos” está teniendo un repunte muy notable. También en esto el género juega un papel desfavorecedor para las niñas. Son ellas las más expuestas a este proceso, especialmente entre las familias pobres, donde se convierte en un buen argumento para repudiarlas y que queden expuestas a las violaciones y abusos de quien quiera ejercerlos.

Y es que lo simbólico tiene una especial importancia en esta situación, quizá por ello, se dan casos de violaciones obligadas, en las que los varones de un grupo son forzados a violar a las mujeres con las que comparten lazos de parentesco, bajo amenaza de muerte; que en la mayoría de los casos acaban recibiendo de igual manera y su sangre es bebida obligada para las mujeres supervivientes.

La mujer corazón de la familia

Ante semejante situación, la guerra y sus dirigentes, están utilizando la violencia contra las mujeres y lo que es peor, contra las niñas, y en especial la violación como una de sus armas más potentes. En palabras de Concha Casajús: “la mujer africana es el corazón de la familia, de la economía, de la sociedad: si la destruyes, destruyes el presente y el futuro del país […] Una mujer violada a la que han roto sus órganos reproductores (las violaciones son realizadas en ocasiones con palos y objetos punzantes lo que nos hace pensar que más que una violación sexual es una herramienta para causar dolor y crear consecuencias a largo plazo) es una enferma crónica que no puede tener hijos y un ser que puede contraer enfermedades. El marido suele abandonarla (también porque tras la violación queda manchada simbólicamente por sus atacantes), a ella y a sus hijos (la media es de más de 6 por mujer) con lo cual quedan abocadas a la miseria y a la exclusión social” La exposición refleja a la perfección este problema, mostrando testimonios de primera mano, de mujeres que han sido víctimas de violaciones que nos cuentan el dolor durante y tras el suceso.

Causas del conflicto

Pero, ¿de dónde nace todo este conflicto tan holístico? A la historia de tribalismo, corrupción y desigualdades y los restos del conflicto hutu-tutsi ruandés, hay que sumarle un nuevo factor determinante que ha cambiado por completo el mapa político, económico y militar de la zona: la acumulación natural de bienes muy codiciados en el nuevo sistema mundo, bienes tan clave como el gas, el petróleo, el oro, los diamantes y el nuevo generador de abismos sociales: el coltán. La suma de todos estos recursos, lejos de empoderar al país (al menos a la población común) ha provocado una situación de lucha entre los más poderosos para hacerse con su control, generando, como en la mayoría de los conflictos, una terrible situación de guerra y destrucción de equilibrios y lazos entre el 99% restante de los habitantes.

La salida de las mujeres

A pesar de todas las anteriores atrocidades, las mujeres de la RDC han sido capaces de demostrar su entereza y determinación y crear “tribus” (entendidas en el sentido feminista) que les facilitan la dura labor de superar los horrores a los que han sido obligadas a exponerse. Es digno de destacar la labor de las organizaciones que han puesto en ellas su centro de ayuda y les han proporcionado recursos sanitarios, psicológicos y económicos: como los microcréditos femeninos que las han otorgado un recurso en el que apoyarse (además de en sus compañeras) para mostrar su fuerza y valor y salir del discurso de la víctima para crear el del orgullo por muy imposible que pueda parecer.

Me gustaría cerrar este artículo expresando mi profunda admiración por todas ellas, incluidas las que las han dado voz y reclamando la atención y ayuda social e internacional que necesitan, que quien me lea no se olvide de: Eugenie Bitondo, Zamuziko Benga Anne, Henriettre Kika, Mayuma Byantabo, Kabala Jeanne, Tulia Zamusonge, Cheusi Kwasila Anne, Zabulonda Mwin Elysée, Charlotte Luttala, Sifa, Nadège, Joelle, Christelle, Ornella, Bulonza, Natsha, Alliance, Benite, Chance, Elysée, Mwanini y de otras muchas sin nombre, sin rostro, sin voz sedientas de soluciones y salidas.

Azalí Macías

Enlaces de interés

Para colaborar con Casa Covadonga (TRACAF) y con las Hermanas hospitalarias:

www.tracaf.org/como-colaborar.org

www.csm-telema.hospitalieres.org

Blog e imágenes

http://mujeresdelcongo.blogspot.com/

Facebook Mujeres del Congo:

https://www.facebook.com/mujeresdelcongo/

Web de la exposición en el MNA

http://www.mecd.gob.es/mnantropologia/actividades/exposiciones-temporales/historico/mujeres-congo.html

Fotografía exterior

Sonia Encinas 

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