La disciplina antropológica: Necesidad de conocimiento y reconocimiento

Publicado en Por anthropologies
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En la actualidad las investigaciones de mayor trascendencia y visibilización  son las que hacen referencia a los consumos en masa (ya sea de alimentos, ropa, cosméticos, tecnología, etc.) con el interés de proveer información a las grandes multinacionales o en ocasiones para estar al servicio de las grandes potencias. La Antropología, como disciplina, no se encuentra exenta de sufrir las consecuencias de la producción de datos en masa.

 Aún siendo un hecho que en España, la disciplina lleva más de 30 años de institucionalización académica (como licenciatura en la que se han formado muchos profesionales, desde otras disciplinas) y actualmente está dentro del programa del grado como una disciplina más, sigue siendo una de las grandes desconocidas para la mayoría de la población española y en muchos otros países sólo relacionada con las minorías étnicas.

A pesar del volumen de publicaciones e investigaciones científicas realizadas en diferentes países y en diferentes ámbitos de la disciplina, no se puede hablar de una información que trascienda, ni que sea asequible a todo tipo de público. Esta información se queda más bien dentro del círculo de investigadores y de estudiantes, por lo que estudios sobre inmigración, transnacionalismo, género, familia, jóvenes, poder, violencia, salud, medioambiente, etc. no llegan a toda la población y se sigue relacionando la antropología social con arqueología, con antropología forense o con Indiana Jones.

Existe una falta de conocimiento sobre nuestra disciplina, que provoca la falta de apoyo para estudios científicos en sectores que precisan una mayor atención, y parece cada vez más difícil fomentar el interés y conocimiento de estudios e investigaciones antropológicas a todos los públicos para dar a conocer sus aportaciones y la importancia de su aplicación en los diferentes ámbitos de la sociedad, algo de vital importancia para legitimar el trabajo de los y las antropólogas en la sociedad española. Muchas investigaciones y estudios sobre diferentes colectivos, en una urbe, una comunidad, aldea o grupo humano, no llegan a ser del conocimiento de la población en general y es toda una travesía explicar a las personas que serán nuestro objeto de estudio qué es la antropolo
gía.

Ya no se trata de una disciplina en la que el o la antropóloga tiene que alejarse y hacer trabajo etnográfico de campo en “lugares exóticos” katia 1para dar a conocer al “buen salvaje”, se trata de una disciplina cuyo principal objeto de estudio (las personas y los grupos humanos), son parte del entorno urbano del o la antropóloga, lo que en teoría nos da un mayor acceso al campo de la investigación sobre las diferentes problemática de nuestra sociedad. Pero en España, al parecer, sólo hay espacio en el ámbito de la academia, que es el que da el acceso al ámbito de la investigación, ¿Qué nos queda entonces a los y las futuras antropólogas egresados/as del grado de antropología en la sociedad española? No deja de ser una enorme incertidumbre. Y aunque tampoco deja de serlo en muchas otras profesiones en estos momentos (ya sean del ámbito científico o no) nuestra disciplina no cuenta con el reconocimiento de la sociedad y,sobre todo, no contamos con un colegio de antropólogos/as, como lo tienen las mayoría de las disciplinas reconocidas en España (y lo tiene la antropología en otros países), lo que implica una falta de profesionalización de nuestra disciplina.

Para entender el “difícil acceso” a nuestra disciplina, me remito a los planteamientos de  Bourdieu hace referencia al “capital cultural” [1], al que alude como “el principal problema al que se enfrentan las ciencias sociales” cuya legitimación se encuentra en el poder. Desde ese “capital cultural” se establecen las formas de socialización de determinados grupos, que son los que tienen accesos a ese “capital cultural” (objetos de arte, libros, publicaciones científicas, etc.), incluyendo la titulación para poder ejercer en esas áreas. Para el autor “junto a ese capital cultural se encuentra “el capital social” [las] relaciones de parentesco, amigos, y las influyentes redes de antiguos alumnos”, quienes facilitan el acceso a ese capital cultural. (Lewellen, 2003).

Para Bourdieu, quienes estén en posesión del “capital cultural” más valorado serán quienes establecerán las normas de la sociedad e impondrá su visión del mundo al resto, además de legitimar ese poder. (Lewellen, 2003). Por ello es comprensible que quienes estén al frente de las grandes corporaciones, que fomentan el consumo en masas, priorizan los estudios de mercado y consumo a los estudios que repercuten en algún beneficio para la sociedad en general. La antropología y los estudios sobre grupos humanos, conflictos sociales, diferentes formas de relacionarse, de creencias, de costumbres, de culturas, etc. no resulta interesante para quienes manejan el “capital cultural”, mientras menos visible sea la disciplina, más legitimo será  ese “capital cultural” al que hace referencia Bourdieu.

Mientras nuestra disciplina no cuente con una mayor visibilización y legitimación de la sociedad estará inmersa en la precariedad, corriendo el riesgo de que esté al servicio del Estado, no para mejorar la calidad de vida de los/as ciudadanos/as, sino para perseguir y espiar los grupos de resistencia ante los despropósitos y abusos de quienes ostentan el poder. Tal como señala Carolyne Fluehr-Lobban[2] la falta de ética en los escándalos que salían a la luz pública en los que estaban involucrados algunos antropólogos que tenían relación con la práctica etnográfica y con las investigaciones de tipo espionaje, que llevaron a cabo antropólogos en EE.UU., Tailandia y América Latina, son un buen ejemplo de cómo la disciplina llega a estar al servicio y beneficio sólo del Estado.katia 2

La autora pone de manifiesto cómo la precariedad laboral de la disciplina, durante los años de la guerra fría, había facilitado al Estado utilizar la disciplina con una total falta de ética que era poco cuestionada. Esta precariedad laboral no justifica la falta de ética por parte de algunos antropólogos, pero está claro que es propiciada por la falta de interés de los estados en una intervención social de calidad que cuestione la mala gestión pública y fomente la igualdad de derechos en la ciudadanía. Lo lamentable es que en la actualidad continúan apareciendo noticias en las que se pone de manifiesto el uso de la antropología en prácticas poco éticas, relacionadas con el espionaje y la persecución a ciudadanos/as que resisten a los abusos de poder[3] ejercida por malos gobernantes, que intentan “desestabilizar” estos movimientos espontáneos de la población.

Es necesario legitimar y visibilizar nuestra disciplina, dar a conocer su utilidad como una herramienta al servicio de la ciudadanía, potenciar su profesionalización en todos los medios y ámbitos y acercar nuestras prácticas a los y las ciudadanas, para hacerlas comprensibles y terminar con la precariedad en las que han sumido nuestra disciplina.

Por suerte se comienza a hacer camino para lograrlo y desde algunas entidades se comienza a poner las cimientes para crear nuestro colegio de Antropólogos/as y lograr una mayor profesionalización en nuestra sociedad. Pero aún hay mucho por hacer y somos las futuras generaciones de antropólogos y antropólogas quienes nos toca hacer el camino para un mayor conocimiento y reconocimiento de nuestra disciplina.

Kattya Núñez Castillo

 Referencias

[1] Bourdieu en Lewllen, T. C. (2003), Introducción a la Antropología Política. Bella Terra, S.L. Barcelona. pp. 250-22.

[2]Carolyne Fluehr-Lobban en Sánchez Molina, Raúl. (2009). La Etnografía y sus Aplicaciones. Lecturas desde la Antropología Social y Cultural. Madrid. Editorial Universitaria Ramón Areces. Pp383-386

[3] http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-08-04/iniciativa-minerva-el-pentagono-ya-se-esta-preparando-para-el-colapso-del-sistema_147254/

Imágenes

http://antropologiaensuma1.blogspot.com.es/2011/05/normal-0-21-false-false-false-es-co-x.html

http://explorandoelinframundo.blogspot.com.es/2013/05/presente-y-futuro-de-la-antropologia.html

http://www.homohabitus.org/blog/?p=52

 

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