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Las Naciones Unidas establecieron el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer para celebrar la lucha femenina por su participación igualitaria en el mundo del trabajo y en la sociedad en general.

Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano; (…) y si el derecho constituyente, como norma jurídica de los pueblos civilizados, cada día se aproxima más al concepto de libertad, no nos invoquéis el trasnochado principio aristotélico de la desigualdad de los seres desiguales (…). Dejad, además, a la mujer que actúe en Derecho, que será la única forma que se eduque en él, fueren cuales fueren los tropiezos y vacilaciones que en principio tuviere.(…) Yo me he regocijado pensando en que esta Constitución será, por su época y por su espíritu, la mejor, hasta ahora, de las que existen en el mundo civilizado, la más libre, la más avanzada, y he pensado también en ella como en aquel decreto del Gobierno provisional que a los quince días de venir la República hizo más justicia a la mujer que la hicieron veinte siglos de Monarquía. Pienso que es el primer país latino en que el derecho [de sufragio] a la mujer va a ser reconocido, en que puede levantarse en una Cámara latina la voz de una mujer, una voz modesta como ella, pero que nos quiere traer las auras de la verdad, y me enorgullezco con la idea de que sea mi España la que alce esa bandera de liberación de la mujer (…). Y yo digo, señores legisladores: (…) no dejéis que sea otra nación latina la que pueda poner a la cabeza de su Constitución, en días próximos, la liberación de la mujer, vuestra compañera.

Discurso de Clara Campoamor en las Cortes Septiembre de 1931

El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. Se celebra el día 8 de marzo.

La primera celebración del Día Internacional de la Mujer tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, y su conmemoración se ha venido extendiendo desde entonces, a numerosos países.

En 1945 la Carta de las Naciones Unidas se instaló como el primer acuerdo internacional para consolidar el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Con esta convicción, la ONU celebro de manera oficial el primer Día Internacional de la Mujer en 1975, hace ya 42 años.

En 1972 la Asamblea General de la Naciones Unidas declaró 1975 Año Internacional de la Mujer y en 1977 invito a todos los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la mujer y la Paz Internacional.

Desde su concepción este día se ha convertido en una celebración mundial, a la vez que una reivindicación de oportunidades e iniciativas presentes y futuras con el fin de que futuras generaciones puedan desarrollarlas.

A lo largo de estos años la ONU ha seleccionado una serie de temas representativos cada año, que de alguna manera representan la lucha de las mujeres a lo largo de la historia. Temas como: Celebrating the past, planning for the future, (1996), Derechos de la mujer y la paz internacional (2001), La situación de la mujer afgana: realidades y oportunidades (2002), La mujer y la toma de decisiones: enfrentar los retos y generar el cambio (2006), Invertir en las mujeres y en las niñas (2008), Habilitar a la mujer campesina: acabar con el hambre y la pobreza (2012)…. Como se puede ver son temas que han estado ahí siempre pero que a su vez exploran nuevas vertientes en la lucha por la igualdad.

El tema elegido este año por la ONU es: Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030.

El mundo laboral está en transformación, con implicaciones significativas para las mujeres. Por un lado, la globalización y la revolución digital y tecnológica crean nuevas oportunidades, a la vez que la inestabilidad laboral, nuevas políticas fiscales, etc… ejercen un papel decisivo en el empoderamiento económico de las mujeres.

En 2015 se adoptaron objetivos de desarrollo sostenible, colocando la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en una posición central de la agenda 2030. Objetivos como la eliminación de la pobreza, la promoción de un crecimiento inclusivo y sostenible, la reducción de las desigualdades entre y al interior de los países y la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres pasa por una plena incursión y potencial en el mundo laboral de las mujeres.

Entre las medidas hay una que es clave para el empoderamiento y la igualdad y es la brecha salarial que existe entre sexos, y que es del 24% a nivel global. Se calcula que la diferencia salarial entre hombres y mujeres es de casi 6.000 euros en el Estado. La ganancia media anual por persona trabajadora es de 25.727 euros para hombres y de 19.744 para las mujeres. Y las comunidades con mayor brecha salarial son Nafarroa con un 29,85% y la Comunidad Autónoma Vasca con un 23,95% y en el extremo contrario se sitúan Extremadura con un 16,40% y Canarias con un 11,82%. Es un problema social y estamos ante una discriminación estructural ya que las mujeres ganan menos simplemente por ser mujeres. Pero la clave también está en la clase de empleo que por lo general ejercen la mayoría de las mujeres que son sectores precarios como: el sector servicios, atención a personas dependientes, empleadas de hogar… y que ayudan a perpetuar esta situación.

La brecha es mayor en el sector privado que en el sector público, pero aunque es verdad que en este último caso ambos sexos cobran por igual, también es cierto que la mayoría de los puestos con más “importancia” económica o más poder es ejercido por hombres. Y además hay que tener en cuenta otro factor importante y es que la mayoría de las reducciones de jornada por el cuidado de hijos e hijas o personas dependientes en casa, junto con el trabajo en el hogar, es un trabajo hecho y asumido por la sociedad, que de alguna manera corresponde a las mujeres. Se debe reconocer el trabajo no remunerado que esto supone, y distribuir las tareas equitativamente entre hombres y mujeres.

Igualmente se deben eliminar las brechas en el liderazgo y la toma de decisiones y en el acceso a la protección social y de esta manera asegurar políticas económicas sensibles al género que generen empleos, reduzcan la pobreza y promuevan un crecimiento sostenible e inclusivo.

Al mismo tiempo, las políticas económicas deben tener en cuenta a la mayoría abrumadora de mujeres en la economía informal, promover el acceso de las mujeres a tecnologías y prácticas innovadoras, al trabajo decente y a empleos orientados a la adaptación al cambio climático y proteger a las mujeres de la violencia en el lugar de trabajo.

Así que este día es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y  celebrar la valentía y la determinación de mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.

La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos sucedidos en esa fecha del año 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que parecían. También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1857, también en Nueva York. Igual la menos conocida es el movimiento de protesta por la falta de alimentos iniciado por las mujeres rusas el 8 de marzo de 1917 que desembocaría en el proceso revolucionario de octubre de ese año.

                                                                                                  Amaia Castresana Palma

Referencias

www.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_internacional_de_la_Mujer

www.emakunde.eus

www.un.org

 

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