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Hoy en día, cuando esperamos un bebé, y nos dicen si éste va a ser niño o niña, inmediatamente asociamos el sexo a un color: rosa para las niñas y azul para los niños.

Pero, ¿ha sido siempre así? ¿Por qué ésta asociación cromática? Según el libro bíblico Números, a fin de que los israelitas no olvidaran los favores concedidos, se les colocaron cintas de color azul en los mantos. Así derivó la creencia de que el azul remediaba ciertos males y otorgaba protección. Por ello, durante siglos se ha situado algo azul en las ropas de los bebés del sexo que siempre ha sido más deseado: los varones.

En cuanto al rosa de las niñas, la leyenda dice que las niñas son flores que nacen bajo los pétalos de las rosas y asocian dichas flores con Venus, la diosa del amor. Sin embargo, aparte de mitos y leyendas, ¿es cierto que los niños prefieren el azul y las niñas, el rosa? ¿O solo es una imposición cultural arraigada por la tradición?

Lo cierto es que el uso de los colores no está asociado biológicamente al sexo. En Pink and Blue: Telling the Girls From the Boys in America, la historiadora Jo B. Paoletti explica que en Estados Unidos no se usaron los tonos pastel para los bebés hasta la Primera Guerra Mundial: antes se optaba simplemente por el blanco; todos vestían de blanco nuclear y con vestido de algodón hasta los 6 ó 7 años. Por un lado, el algodón blanco era más fácil de lavar y blanquear y, por otro, “se evitaba el riesgo de vestir al bebé con la ropa errónea y que creciera pervertido”, según Jo B. Paoletti.

Hay evidencia histórica que señala el rosa en general estaba reservado a las clases pudientes. El tinte se decoloraba muy rápido con el lavado, así que era un acto de ostentación utilizarlo y mucho más aún usarlo en ropa de bebés, que se lava con mucha más frecuencia. El rosa se había puesto tan de moda entre los nobles de Europa para el Siglo XVII, tanto hombres como mujeres, que la Iglesia Católica decidió tomarlo como parte de su liturgia por la cantidad de prendas de este color que los nobles de la época donaban.

Durante los siglos XVIII y XIX, se empezó a vestir a los niños varones con ropas y adornos rosados. Hay motivos para creer que la moda de usar rosa en los varones surge en la Inglaterra de aquellos tiempos porque estos eran vistos como “pequeños hombres”, y los hombres usaban uniformes rojos. Más tarde ésta tendencia llegó a América donde vestían a todos los niños de rosa, aún sin realizar distinción entre si  el niño fuera varón o mujer.

Los tonos pastel llegaron como tendencia en el siglo XIX, la invención de los tintes químicos se había popularizado lo suficiente y era factible teñir ropas de este color sin que se decoloraran tan rápidamente y además se había vuelto mucho más accesible, pero en ningún caso para definir género.

No es hasta después de la I Guerra Mundial cuando encontramos la primera diferenciación entre estos dos colores. El rosa y el azul llegaron, junto con otros pasteles, como colores para los bebés a mediados del siglo XIX, sin embargo los dos colores no fueron promovidos como significantes de género hasta justo antes de la Primera Guerra Mundial-e incluso entonces, tomó tiempo para que se extendiera popularmente.

Por ejemplo, un artículo de junio de 1918 de la publicación comercial Earnshaw’s Infants ‘Department dijo: «La regla generalmente aceptada es rosa para los chicos, y azul para las chicas. La razón es que el color rosado, más decidido y más fuerte, es más adecuado para el niño, mientras que el azul, que es más delicado y delicado, es más bonito para la niña”. Otras fuentes dijeron que el azul era halagador para los rubios;O azul era para los bebés de ojos azules, rosa para los bebés de ojos marrones, según Paoletti.

En 1927 Time publicaba un cuadro que detallaba cuál era la oferta preferente de colores en grandes almacenes estadounidenses, que también recoge Paoletti. Esta tabla refleja que el criterio todavía no estaba claro (aunque se estaba buscando uno). Eso sí, el 60% de los grandes almacenes prefería el rosa para los niños.

En Estados Unidos empieza a asentarse esta diferencia después de la Segunda Guerra Mundial.

¿Innato o cultural?

En 2007, un grupo de investigadores de la Universidad de Newcastle, solicitó a un grupo de hombres y mujeres que escogiera entre unos rectángulos de colores. Los dos géneros prefirieron diversos tonos de azul, pero las mujeres mostraron mayor preferencia que los hombres por los tonos rojizos. Tal y como explica Christian Jarret en su libro Grandes mitos del cerebro: Los investigadores especularon que a lo largo de la historia las mujeres se habían especializado más en la recolección de frutas que en la caza, y que esto «respalda la preferencia femenina por los objetos más rojos que el entorno».

No obstante, hay otros estudios que rechazan esta preferencia innata, como uno realizado en 2011 por Vanessa LoBue y Judy DeLoache, que presentaron a 192 chicos y chicas de entre siete meses y cinco años de edad varios pares de objetos pequeños de distintos colores. A partir de los dos años de edad, las niñas prefirieron el rosa, y los niños lo rechazaban. Pero esa tendencia no aparecía antes de los dos años de edad, que es cuando se empieza a ser consciente del género.

De hecho, culturalmente parece que la asociación de esos colores al sexo varón y hembra es bastante reciente. Según investigaciones de Marco Del Giudice, de la Universidad de Turín, las frases «azul para niños, «rosa para niñas», empezaron a aparecer hacia 1890 y se intensificaron después de la Segunda Guerra Mundial.

¿Entonces? ¿Innato o aprendido? Pues parece que los estudios sugieren que aprendido, a no ser que se encuentren más evidencias que señalen lo contrario:

Entre los himba de Namibia, un grupo étnico totalmente separado de la cultura consumista occidental, no encontraron ningún signo de que las mujeres prefiriesen los tonos rojizos o rosas.

Es decir, no hay raíces ancestrales que justifiquen estas preferencias. Y tampoco hay razones genéticas. Los niños de menos de dos años prefieren los colores intensos como el rojo y el azul, según Anne Fausto-Sterling, y no los colores suaves y pastel.

Hay un estudio (uno) que sugiere que las mujeres prefieren los tonos rojos, liláceos y rosados, al ser ellas las encargadas de recolectar fruta hace miles de años. Además, también sería útil para observar cambios de tono en la piel de sus hijos y detectar una posible fiebre.

Pero estas explicaciones son meramente especulativas: el estudio identifica preferencias y no habilidades perceptivas, y también recuerda que el color favorito de la mayoría de personas (hombres y mujeres) es el azul, lo que estaría relacionado, al parecer, con la importancia que tuvieron para nosotros el cielo claro y las aguas azules y limpias.

De hecho, las preferencias de colores entre hombres y mujeres son similares: en general y según una encuesta de Eva Heller, también publicada en Psicología del color, nos gustan el azul, el verde y el rojo, y nos desagradan el marrón, el rosa y el gris. El rosa sólo es el color favorito de menos del 5% de las mujeres.

No hay que olvidar que las convenciones sobre los significados de cada color son arbitrarias, además de cambiar con el tiempo. Así, el rojo se suele identificar con la vida, la salud, el vigor, al ser el color de la sangre. Parece casi lógico, pero se trata de un sesgo: asociamos las características de cosas diferentes simplemente porque se parecen.

A veces la connotación del color ni siquiera tiene que ver con alguna semejanza física: el púrpura se asocia a la nobleza y a los reyes simplemente por lo caro que resultaba conseguir este tinte.

Por supuesto, estos significados dependen en muchos casos de la cultura en la que estemos. Yellow en inglés también significa cobarde, (a Judas se le vestía en muchos cuadros con este color), pero también se asocia al sol y por tanto a la felicidad y a la nobleza (como en Egipto y China).

Fatima Centenero de Arce

Referencias

http://www.smithsonianmag.com/arts-culture/when-did-girls-start-wearing-pink-1370097/?page=1
http://damianmr.com/blog/108/el-origen-del-rosa-como-color-femenino
http://verne.elpais.com/verne/2014/11/18/articulo/1416293525_000025.html
https://www.xatakaciencia.com/psicologia/por-que-el-rosa-es-para-ninas-y-el-azul-es-para-ninos
http://www.revistagq.com/moda/articulos/azul-para-chico-rosa-para-chica-bebe-historia/22417

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