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A Ricardo Martínez Ibañez, por presentarme a Clara. Este artículo es para ti.

 

“La trágica ironía es que apenas unos años después de su muerte,los judíos de Europa

-incluyendo muchos de sus familiares y amigos- fueron gaseados con los compuestos que inventó

este personaje”

Susana Peiró (4)

 

 

Muerte en el jardín

Corría un 2 de Mayo de 1915 cuando el químico alemán volvía a su casa de Dahlem, Berlín, para asistir a una fiesta en su honor por su activa participación en la I Guerra Mundial (4). Clara, su esposa, espera en casa como buena mujer -según las concepciones sociales de la época- de renombrado químico y personaje determinante en la contienda que está asolando Europa.

Tras una acalorada discusión Clara decide coger el revolver de su esposo y dispararse en el corazón (1), sin siquiera moverse del jardín, donde había sucedido la discusión.

Esa misma mañana Fritz Haber, como buen hombre comprometido con la causa patriótica, se marcha al frente oriental para supervisar el nuevo ataque de gas que se producirá contra los rusos. Fue por eso que Clara murió en brazos de su hijo de 14 años (2), el mismo que pese a su corta edad debería de hacerse cargo del funeral (4).

Sin embargo, la muerte de Clara Immerwahr no salió en ningún periódico, no hubo autopsia. Nada, pese a que acababa de morir la primera mujer doctorada en química todo se silenció en torno a ella.

 

Las turbulencias del matrimonio

3) Escena del biopic de Clara y PhilipAmbos se habían casado en 1901. Y no sólo fueron los estereotipos de la época los que entorpecieron la labor científica de Clara (1), si no que fue su propio marido el que se lo prohibió (4).

El sueño de ser química, como lo había sido su padre, había terminado con el matrimonio, pese a que de nunca tuvo la intención de casarse (4).

Sin embargo Fritz contaba con una asistenta de lujo que contribuiría a su labor sin reconocimiento traduciendo sus trabajos al inglés y realizando arduas tareas de cálculo. En “Thermodynamik techniser gasreaktionen” le hizo una dedicatoria por “su silenciosa cooperación”.

Pero Clara lamentaba su papel subordinado: “Siempre ha sido mi actitud de que la vida sólo ha valido la pena si uno ha hecho pleno uso de sus capacidades y trató de vivir aquellas experiencias que ofrecen la vida. La vida que tengo de él fue muy breve, y la principal razón era la manera opresiva de Fritz de situarse en nuestro hogar y el matrimonio, por lo que una personalidad menos despiadadamente autoafirmativa simplemente esta destruida” (2).

Y es que Haber era capaz de marchar en un tren olvidando que había dejado a Clara en la taquilla. La depresión poco a poco se fue apoderando de ella y fue paulatinamente cuidándose cada vez menos (3).

Lo que Franz ganó en esos ocho años, eso y mucho mas he perdido yo, y todo lo que me queda de mí me llena de la mas absoluta insatisfacción. A la asfixiante seguridad en sí mismo que muestra Fritz a cualquier ser humano que no fuera aún mas desconsiderado que él le rompería el corazón en pedazos. Todas las demás cualidades de Fritz, excepto esta, están a punto de reducirse y es, por así decirlo, un viejo prematuro” (3).

 

El gas de la muerte

Pero lejos de mejorar, todo podía ir a peor, y eso sucedió con el inicio de la I Guerra Mundial. Fritz, que en un principio había soñado con cambiar el mundo mejorando la producción agrícola cambió de parecer con el inicio de la guerra: “En tiempos de paz, un científico pertenece al mundo pero en tiempos de guerra pertenece a su país” (4)

Fritz Haber no sólo inventó las máscaras de gas que tanto recordamos hoy día (1), si no que desarrolló el gas dicloro de modo ferviente para la causa alemana. Y pese a la prohibición por parte de la Convención de La Hayaen 1907 llevó a cabo el primer ataque con gas de la historia, en Ypres el 22 de Abril de 1915 (1). Pese a las acusaciones que recibió de que era inhumano declaró: “la muerte es la muerte, por cualquier medio que se inflinja” (3).

El mayor opositor al trabajo de Fritz Haber estaba en casa; la crítica de Clara Immerwahr le valió el estatus de paria de la sociedad alemana y traidora a la patria (4).

Como escribió el historiador alemán Fritz Stern:

Le horrorizaron las pérdidas humanas, le horrorizó quizás el compromiso de su esposo, de su persona y su conocimiento científico son los objetivos de la guerra. Pero también hay indicios, de problemas mas íntimos en el matrimonio” (3),

 

Después de la guerra

Esta diferencia y el carácter autoritario de Fritz Haber parecían dilapidar todo lo que habían tenido en común antes del matrimonio; ambos eran de ascendencia judía, el propio Haber formaba parte de1) Fritz Haber una de las familias mas antiguas de la ciudad. Ambos se habían convertido al cristianismo, Fritz en una maniobra por engrandecer su carrera científica (2). Ambos también habían hecho carrera en la Universidad de Breslau.

Después de la guerra Fritz Haber fue reconocido por los nazis, al que ofrecieron financiación para seguir con sus investigaciones. Pero en 1933 dejó a la Alemania que tanto había defendido por la persecución a la que estaban siendo sometidos sus compañeros judíos. Un año después fallecía y sus cenizas, junto con las de Clara, fueron llevadas al cementerio de Hörnli-Basilea (3), pese a que había vuelto a casarse dos años después del suicidio de su primera esposa.

Los nazis refinarían su trabajo con Zyklon B (una variante letal) y lo utilizaría durante todo el holocusto (3). Pero para terminar de modo mas trágico en 1946 Hermann, el que viera morir en sus brazos a su madre, se suicidaba debido a la vergüenza que le provocaba el trabajo letal que había llevado a cabo su padre (1).

A pesar de todo, Fritz Haber, había ganado el Nobel de Química en 1918 (1).

 

 Rubén Blasco 

Referencias

  1. Wikipedia
  2. Docsetods.com
  3. Escritoscientificos.es
  4. lacuevadesusana.blogspot.com

 

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